El 90 por ciento de la oferta hotelera de la provincia de Huelva ya ha reabierto sus puertas en la vuelta a la nueva normalidad, si bien, en este mes de julio, la ocupación está llegando apenas al 35 %, lo que mantiene al sector ante un panorama "desalentador".
En un comunicado, la Asociación Provincial de Hoteles de Huelva, ha indicado que "desafortunadamente" los datos confirman las previsiones que se vienen haciendo en las últimas semanas.
Señalan que la última de ellas realizada a partir del 1 de julio hasta hoy, apunta a un leve crecimiento de los grados de ocupación previstos para julio y agosto, e incorpora la previsión para septiembre, si bien en términos absolutos no presentan unos datos que pudieran catalogarse como razonablemente atractivos.
Así la previsión para julio pasa de un 25,5 % previsto en semana anteriores a un 35,3 %; en agosto de un 36,7 a un 39,72, mientras que la previsión para septiembre se sitúa en un 32,63 %.
A pesar de este leve incremento, a juicio del sector, "nos movemos en un terreno que en circunstancias normales se entendería como una auténtica debacle en plena temporada alta", algo a lo que "si se añade el comportamiento de las cancelaciones respecto a las reservas, que siguen siendo negativos en momentos puntuales, y el mantenimiento de la volatilidad del mercado, el resultado no puede ser más desalentador".
Además, de ratifica la tendencia ya detectada del aumento progresivo de las reservas de fin de semana alcanzando más del 50 %, por lo que se augura una bajada importante respecto de la ocupación media que se venía constatando en los últimos años y que se acercaban a una media de 4 días.
Por otra parte, se constata la progresión en el cambio de la demanda, en detrimento del segmento familiar, lo cual incide en algunos aspectos importantes en la adaptación en la prestación de determinados servicios.
En conclusión, una vez llegado a más de un 90 % de la oferta en funcionamiento y plenamente operativas su capacidad de alojamiento, desde el sector se quiere poner de manifiesto que "no caben mensajes de euforia, más allá de los que hacen referencia al esfuerzo que por parte de este se está realizando para dotar de cierta normalidad una temporada turística marcada por unos datos que sumados a los tres meses de inactividad, arrojarán a final de año un resultado económico negativo".
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