El conjunto de Sergi Barjuan a domicilio no da síntomas de reacción tras cinco partidos. Paradójicamente, el domingo llegó a poner los pies sobre la tierra casi a la misma hora que lo hizo el austriaco Felix Baumgartner, aunque con una peculiaridad importante, sin paracaídas. Ya no es cuestión de gafe respecto a la indumentaria de lunares o el sistema de juego impuesto por Sergi Barjuan, ni tan siquiera de imaginarse como si el Recreativo recibiese el aliento de su afición en las gradas.
Otra nueva historia la que se vivió en Montilivi, con distintos protagonistas, aunque una vez más con el mismo final, la ridiculez onubense. El técnico del Decano como visitante no encuentra la fórmula perfecta para que sus pupilos vuelquen una situación que llegó en Girona a cotas inesperadas. Ya son cuatro derrotas a domicilio. Sólo la dinámica positiva del Recre en el Nuevo Colombino solapa la triste imagen que, irremediablemente, plasma sobre el terreno de juego cada vez que visita al adversario. De no ser por las cuatro victorias como local, los onubenses ocuparían actualmente una de las últimas plazas de la Liga Adelante.
Las numerosas ausencias con las que contaba Sergi Barjuan para enfrentarse al Girona obligaron al técnico a realizar una especie de experimento en la defensa albiazul. Cifuentes ocupó la baja de Córcoles por sanción en el lateral derecho, Manolo Martínez y Morcillo ocuparon la zaga y Borja Granero, como novedad, defendió el lateral izquierdo. En ataque, Alexander y Chuli, por bandas, y como referencia, Brozek. De esta manera, el Recreativo durante buena parte de la primera parte dominó el esférico sin recibir ataques peligrosos del rival, pero con el mismo matiz de anteriores partidos, sin profundidad. El ‘Plan B’ de Sergi no funcionaba pero lo cierto es que al menos tampoco encajaba gol. Pero los onubenses volvieron por enésima vez a la realidad tanto a la entrada como a la salida de los vestuarios. La defensa volvió a hacer de las suyas, como si se tratase de una pachanga en la explanada de un colegio, y nuevamente casi medio partido por debajo en el marcador. Todo esto con Bonaque en el banquillo, defensa natural.
Con el partido perdido, el Decano se lanzó literalmente a una piscina que estaba completamente vacía. El esqueleto albiazul quedó compuesto por un 3-5-2, ya que Borja Granero regresó al centro del campo. Llegó el tercero, el cuarto y el quinto. El Recre, en medio de la fiesta local, logró sus dos primeros tantos en la competición liguera, 423 minutos después.
El peor club como visitante
El recital del conjunto catalán abre paso a otra estadística destacable de los onubenses. Tras nueve jornadas, el Recreativo es el peor equipo visitante de Segunda División. Los onubenses han encajado 13 goles y han anotado sólo dos. Almería, Sporting y Ponferradina persiguen al Decano en esta faceta, con 10 tantos en contra.
El Villarreal, otro ‘gallito’
Este domingo llega a Huelva el recién descendido Villarreal, que si bien es cierto que solamente ha conseguido una victoria a domicilio, es uno de los equipos llamados a luchar por el ascenso de categoría. Otra dura prueba en la que el Decano deberá corregir errores y pasar página. Al menos, es en el Nuevo Colombino.
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