Gente, lugares y tradiciones

La cálida bienvenida de Danza Invisible

Su trepidante estilo sigue estremeciendo las tablas tres décadas después

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    Su calle se abre en La Nogalera como fiel homenaje a su trayectoria musical y por llevar alto y lejos el nombre de Torremolinos. Ellos vieron la luz en el Torremolinos de los años ochenta, cuando la década amanecía. Pulsaron fuerte y firme la guitarra del pueblo cuyos sones vibran en el orbe entero. La eminencia musical de Torremolinos se palpa en la entonación de sus propias letras: con las letras armónicas de Torremolinos pueden formarse las notas re, mi, sol, la palabra tono y la r sobrante sería la inicial de ritmo. Torremolinos es melodía, armonía y ritmo bajo el pentagrama de un cielo eternamente soleado, junto a ese mar de azulados encantos cuyas olas semejan las cuerdas de la lira de los dioses.

  

 Ellos son Danza Invisible, auténtica pata negra y solera del panorama musical español. La estrella de su popularidad aún esplende con genuina gracia.. Dominan los géneros de rock, pop, soul y latin. Tras unos años de ausencia, Danza Invisible renace en la paradisíaca tierra de sus amores. Danza Invisible vuelve a Torremolinos con el ímpetu que siempre le ha caracterizado. Javier, Chris, Manolo, Antonio… Los brazos abiertos de la Plaza de la Nogalera les recibieron efusivamente, cual si al hijo pródigo acogieran. De un soberano banquete de notas musicales disfrutaron los siete mil entusiastas seguidores del grupo que llenaban el amplio recinto hasta la cúspide de las banderas. Torremolinos, el Torremolinos expectante, les dio su más cálida bienvenida.

 

  Fueron los fundadores del grupo Ricardo Texidó, Chris Navas y Manolo Rubio, allá por el año 1981, incorporándose posteriormente el guitarrista Antonio Gil. Finalmente Ricardo delegó su parte vocalista en Javier Ojeda, quien le sustituyó. Ya desde sus inicios cosecharon importantes éxitos. A poco de su comienzo ganaron el premio al mejor grupo en el concurso de rock Alcazaba, organizado por el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera. A raíz de tan espectacular galardón, grabaron un single con la canción ‘Mis ojos hacia ti’.

   

La edición de su primer álbum en 1983, ‘Contacto interior’, con temas como ‘Tiempo de amor’ y ‘Ecos’, pasó un tanto inadvertida. No así su álbum ‘Maratón’, de 1985, con los temas ‘El ángel caído’ y ‘El club del alcohol’, que los catapultó definitivamente hacia el éxito, éxito que se incrementaría con su disco ‘A tu alcance’, en 1988, entre las que destacaban las canciones ‘Sabor de amor’, ‘Reina del Caribe’ y ‘A este lado de la carretera’. Previo a éste fueron interesantes su álbum de 1986, ‘Música de contrabando’ y los temas ‘El joven nostálgico’, ‘Agua sin sueño’ y ‘Sin aliento’. También en 1987 lanzaron el doble álbum, ‘Directo’, grabado en vivo en la Sala Universal de Madrid.   

 

    Posteriormente inundaron el mercado sus álbumes: ‘1984-1989’; ‘Catalina’ (de 1990, con temas como ‘En celo’, ‘Naturaleza muerta’ y ‘Yolanda’); ‘Bazar’ (1991), con ‘¡el tema ‘Solo el amor te hará llorar’; ‘Clima Raro’ (1993); ‘Al compás de la banda’ (1995), segundo álbum en directo grabado en Madrid y Málaga; ‘Por ahora’ (1996), en colaboración con destacados músicos; ‘En Equilibrio’ (1998); ‘Grandes éxitos’ (2000); ‘Efectos personales’ (2001); ‘Pura danza’ (2003); ‘Tía Lucía’ (2010); ‘Treinta tacos’ (2012); ‘Danza total’ (2013). A los tales se añade más de una treintena de singles.

 

    Realmente prolífico nuestro popularísimo grupo musical de Torremolinos, cuyos temas son en su mayoría composiciones de los propios integrantes de la banda. En su vuelta a Torremolinos resucitaron todo un ayer musical cargado de nostalgia. Electrizante su concierto de la libertad. La euforia estuvo servida. La profundidad sonora caló hasta los huesos del alma. Del aplauso y los vítores no se vislumbraba el fin. Que los claveles del éxito florezcan siempre lozanos en el tupido jardín del pentagrama de Danza Invisible.       

 

Soneto a Danza Invisible

(de J. A. San Martín)

 

Con un claro estilo ya inconfundible,

vibrante de acordes tan genuinos,

regresa a su tierra -Torremolinos-,

al ritmo del tiempo, Danza Invisible.

 

El genio en sus cuerdas, indescriptible;

sus diáfanos sones son torbellinos

que abrieron del arte nuevos caminos:

su empuje en las tablas, irrepetible.

 

En tiempo de amor el grupo nacía,

dio espuelas a sueños que se encendieron

al amanecer de un divino día.

 

Sus voces estrellas del cielo fueron,

su gloria en el tiempo más brillaría:

sus ecos de luz jamás se fundieron.

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