Cuatro de los 18 condenados por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid han recuperado la libertad 10 años después de la masacre. El argelino Nasredine Bousbaa y el libanés Mahmoud Slimane, con condenas de dos años por falsedad documental, y los asturianos Antonio Iván Reis y Sergio Álvarez, condenados a tres años por transportar los explosivos que se emplearon en los trenes de cercanías abandonaron la cárcel tras cumplir sus condenas, las menores impuestas a los juzgados por el atentado.
Una quinta persona, Rafa Zouhier, está a punto de salir de prisión. Fue condenado a 10 años por tráfico de explosivos en colaboración con organización terrorista y saldrá la cárcel de Puerto de Santa María donde ha cumplido integramente su condena el próximo 16 de marzo.
No podrá permanecer en territorio español ya que su licenciamiento definitivo, aprobado por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, especifica que será expulsado a Marruecos una vez se haga efectiva su puesta en libertad.
El pasado 13 de enero la Sección Segunda comunicó a la Brigada de Extranjería y Documentación de Cádiz la fecha de su salida y le pedía que llevara a cabo "los trámites para su expulsión del territorio nacional" de acuerdo con la Ley de Extranjería.
Según el expediente penitenciario al que ha tenido acceso Europa Press, Zouhier saldrá de la cárcel tras pasar 3.650 días interno. Cumplió en carácter preventivo entre el 19 de marzo de 2004 hasta el 19 de agosto de 2008. Alcanzó la cuarta parte de su condena el 15 de septiembre de 2006 y la mitad, el 17 de marzo de 2009.
CATORCE EN PRISIÓN
Otros catorce condenados continúan 10 años después de los atentados encarcelados por su participación. Cumplen condena en primer o segundo grado por lo que ninguno ha disfrutado de días de permiso.
Fouad el Morabit, condenado a 12 años por pertenencia a organización terrorista será el primero en salir. Su libertad definitiva está prevista para el 25 de marzo de 2006, dentro de dos años.
El que permanecerá más tiempo en prisión será previsiblemente Otman el Gnaoui que, junto a Jamal Zougam fue condenado a 42.922 años la pena por pertenencia a organización terrorista, 191 asesinatos, 1.856 asesinatos en grado de tentativa, cuatro estragos terroristas. Ambos cumplirán este mes 10 años de condena y, en aplicación del límite máximo de cumplimiento, de 40 años, no saldrán a la calle hasta 2044.
Por su parte, el exminero José Emilio Suárez Trashorras, condenado a 34.715 años y seis meses de prisión, recurrió ante su condena ante el Tribunal de Derecho Humanos de Estrasburgo en 2011.
En ese recurso reconocía que fue él quien proporcionó la dinamita de Mina Conchita con la que se fabricaron las bombas que estallaron en los trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004 y que causaron la muerte de 191 personas. El exminero pedía además perdón a las víctimas, no sólo por "su involuntaria participación en los atentados", sino por no colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los hechos.
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