Martínez de Irujo ha visitado hoy la cooperativa agroindustrial que el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) gestiona en Marinaleda (Sevilla) y ha acudido también a una almazara de la finca El Humoso y a un campo de cultivo de alcachofas, acompañado del portavoz del SAT, Diego Cañamero, y del parlamentario de IU y alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Tras mostrarse muy interesado en el sistema de recolección y tratamiento de la aceituna y la alcachofa para su posterior comercialización, ha asegurado que ha sido una jornada muy "enriquecedora" y que, aunque "queda mucho camino por recorrer", tienen muchas líneas en común.
El conde ha indicado que el objetivo es "intentar crear algo que pueda generar trabajo" y ha recordado que tienen en mente la escuela de capacitación agraria, para lo que también han visitado un edificio en la localidad de Osuna que podría albergarla.
Se ha mostrado "muy agradecido" por poder visitar las instalaciones porque, según sus palabras, "a veces pensamos que las cosas son de una manera y luego son muy diferentes".
Ha añadido que su ilusión no era lo que está ocurriendo, pero que se ha visto "involucrado" por ser gerente de una empresa agrícola importante y por seguir la "tradición familiar de ayudar todo lo que podamos".
"Hay interés de colaborar juntos", ha dicho Martínez de Irujo, quien cree que a pesar de ser "polos opuestos" no son enemigos porque "cada uno nace en un sitio pero tenemos las mismas perspectivas".
En este sentido ha explicado que se trata de un "segundo contacto" que evidencia que "esto no era sólo un capotazo o una salida del paso", después de que el mes pasado se comprometiera con los jornaleros a realizar la visita, tras unas declaraciones en un programa de televisión en el que llamó "vagos" a los trabajadores del campo en Andalucía.
Respecto a esas declaraciones ha apuntado que se produjeron en un contexto determinado en el que no quiso decir eso ni se le interpretó bien, aunque ahora se está en otra situación diferente.
"El aprendizaje ha sido muy grande", ha espetado el conde, quien espera que los jornaleros se den cuenta de que no es "la persona que ellos pensaban" y que no lo está haciendo "por publicidad".
Ha explicado que su empresa está en expansión y que la marca Casa de Alba tiene las mismas necesidades que los jornaleros andaluces, como son por ejemplo, el almacenamiento de agua en las fincas para regadío, que él lleva persiguiendo ocho años.
Sobre la posibilidad de dejar una de sus fincas a los jornaleros ha dicho que es "sensible" a lo que ellos dicen pero que no va a poner en duda la propiedad privada, aunque se ha mostrado partidario de que las administraciones y los trabajadores vayan "en la misma dirección".
Por su parte, el portavoz del SAT, Diego Cañamero, ha criticado que el 50 por ciento de la tierra en Andalucía esté en manos de un 2 por ciento de los propietarios, a los que ha pedido "que se impliquen en el desarrollo".
Para él la prioridad es que los productos se transformen en la comunidad autónoma, por lo que ha resaltado la importancia de que la Casa de Alba haya ido a conocer su fórmula de producción.
El alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, ha explicado que en su localidad han tratado de poner en marcha "el valor añadido" y que se ha conseguido prácticamente pleno empleo, por lo que aboga por "desarrollar la parte industrial del campo".
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