Varios edificios de la Junta de Andalucía fueron ocupados en señal de protesta y como forma de presionar. Fue el caso de los veinticinco exmineros de Boliden que ayer se encerraron en la sede de la Dirección General de Trabajo de la Junta, que abandonaron tras recibir garantías de que se agilizarán la tramitación de sus expedientes de tramitación.
Otra de las ocupación para reclamar la atención de políticos fue la de la Consejería de Vivienda por parte del colectivo ‘Barrios en Luchas’, que engloba a diferentes movimientos vecinales con un claro trasfondo en defender el derecho de la vivienda. Tras la ocupación fueron recibidos por Alfonso Gómez de Celis, secretario general de Vivienda. Su intención era que la propia Consejera escuchara sus reivindicaciones. “Pues ha sido lo mismo de siempre, nos han vendido que trabajan por los barrios y tal”, explicó un portavoz del colectivo a este periódico.
Entre las reivindicaciones planteadas por la Coordinadora de Barrios en Lucha están la paralización de desahucios de familias con una sola vivienda; la erradicación de la infravivienda existente a favor del acceso por parte de este sector de la población a viviendas públicas de alquiler, u otras opciones públicas; la despenalización por el Parlamento de la nación de la ocupación pacífica de viviendas deshabitadas; o la adecuación de la hipoteca al valor real de la vivienda y no al de tasación realizado durante el período de corrupción y especulación inmobiliaria
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Fuentes de la Consejería de Vivienda explicaron que los manifestantes “violaron el sistema de seguridad” además “no tenían cita previa con ningún cargo de este área”.
Los gruístas de Aussa también siguen con sus protestas por la precariedad con la que prestan el servicio, tanto en lo que se refiere a los medios humanos, la plantilla está afectada por un Expediente de Regulación de Empleo, así como deficiencias en materiales.
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