La intromisión de la política en el entorno educativo es una muestra de cómo se está pervirtiendo la educación, convirtiendo en auténticos campos de batalla a los colegios. Un buen ejemplo es la situación creada en torno al llamado pin parental, que aparenta tener como único fin el enfrentar a posturas ideológicas.
Sus partidarios argumentan que los padres deben disponer de una herramienta para controlar que lo que se diga y haga en el colegio con sus hijos menores, mientras que sus detractores consideran que de aplicarse se privaría a los menores de su derecho a recibir una educación acorde a los valores y libertades que demanda la sociedad.
Sin duda a los padres contrarios al pin parental les importan sus hijos igual que a los otros y no creo que se opongan a controlar razonablemente lo que se diga y haga con sus hijos en el colegio, yo diría que o bien están de acuerdo con lo que sucede hoy día en muchos centros educativos o simplemente lo están con las propuestas ideológicas de ciertos partidos políticos.
Por otro lado no creo que a los padres partidarios del pin parental les importen sus hijos más que a los otros solo por estar en contra de lo que pueda suceder en los colegios o por estar de acuerdo con propuestas ideológicas diferentes.
Me pregunto porqué se ha llegado a esta situación de enfrentamiento, pues al parecer ambos grupos de padres tendrían su parte de razón y dado el interés de todos por sus hijos no creo que actúen de mala fe respecto a su educación.
La verdadera causa del conflicto por el pin parental es la intervención de todos los políticos y su entorno mediático, mirando solo por sus intereses partidistas.
Así, los que ocupan el poder quieren que cualquier intervención que afecte a la acción educativa en la escuela solo pueda ser favorable a su ideología, mientras que los que están a la espera de ocupar el poder lo que quieren es disponer de una herramienta que impida que cuando se produzcan esas acciones les puedan perjudicar. ¿No sería mejor simplemente no intervenir en la acción educativa?
Aunque el pin parental no arreglase el problema (eso opino), lanzando proclamas como “a ver si los padres se han creído que los hijos son suyos”, ignorando que la Constitución dice que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” y acusando de reaccionarios a los que opinan diferente, haciendo cosas como estas solo se logrará que se incremente la fractura social.
Pero claro, si se tienen en cuenta que ideas como las del feminismo radical y el separatismo están entre las que se difunden en algunas escuelas, quizás la fractura sea lo que algunos están buscando, pensando que a río revuelto ganancia de pescadores pero olvidando los daños colaterales que implica pescar con dinamita. Continuará.
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