Saben, como yo, que una manzana podrida siempre acaba por infectar al resto del cesto. Y en ese juego de mercadillo no encontramos inmersos en la política local en estos días, con hambrientos buscando manzanas, rojas o verdes, a las que hincar el diente. Para juzgar la política hemos de distinguir entre esta y quien la ejerce.
La política bien gestionada es una herramienta que va en beneficio de para quien se ejerce, donde el sujeto debe ser el administrado y no el administrador. Verán, en todos los sitios cuecen habas y en política, también. Lo malo es llegar y no comer y todavía peor, quedarse con hambre. Y así andan los hambrientos buscando una buena manzana a la que morder.
Y defendiendo sus manzanas anda VOX en El Puerto. Me consta que su secretario provincial, Juan Carlos Sanz, cual llanero solitario, trató de completar una lista que hasta la llegada de los doce a la toma de San Telmo, se le tornó una ardua tarea.
Ahora que sus manzanas asoman relucientes, le aparecen gurús de la comunicación política rebotados de otras cocinas, le aparecen simpatizantes, afiliados y votantes donde antes solo había soledad. Por aparecer, le aparece hasta una candidatura alternativa.
¿Y saben qué? Pues que esa misma candidatura que ahora que su cesto esta lleno, le hace frente coincide con la que en su día, desde la sombra trató de rivalizar con Moresco... ¡Buf! ¿Ahora volvemos a esto?
Pues sí, porque el hambre es muy mala y estos llevan tiempo sin probar bocado. ¿Cuál es la táctica? Muy sencillo: hacer ruido, atacar al dueño del brazo del cual cuelga el cesto y, sobre todo, estar preparados por si cae alguna de las manzanas del cesto a la que morder. Y el hambriento muerde, muerde e infecta. Y comienza a pudrirse el cesto.
Le toca ahora al Sr. Sanz defender el cesto ante los hambrientos aparecidos de la nada pero que a golpe de pecho, como si hubieran estado ahí siempre, reivindican su manzana...
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