Aguas del Puerto ha sustituido el sistema de alumbrado convencional que poseía en sus instalaciones por un sistema de alumbrado con tecnología LED. De esta forma, se ha conseguido un doble objetivo: un gran ahorro energético, de más de 21.500 kWh anuales, (lo que según estudio realizado se traduciría en 3.200 euros menos en el importe de la factura anual de la compañía eléctrica, y 3100 euros anuales en costes de mantenimiento) y una drástica reducción de emisiones de CO2 (14.000 kg/año) a la atmósfera. La adquisición de estas nuevas lámparas ha sido realizada en una empresa ubicada en Barbate (Cádiz) y ha contado con una subvención de la Agencia Andaluza de Energía.
El presidente de Apemsa, Enrique Moresco, ha indicado que una vez más la empresa municipal ha apostado por el medio ambiente y las nuevas tecnologías y ha adaptado su edificio para que sea más eficiente, seguro para sus trabajadores y clientes y genere los menos costes posibles.
Moresco aclara que, previamente a la puesta en marcha de esta iniciativa, se llevó a cabo un estudio pormenorizado del consumo energético por dependencias, analizando el tipo de actividad que se realiza en cada una y sus necesidades lumínicas, además de una valoración de la factura energética de todo el edificio. Del mismo modo, se comprobó que, colocando este tipo de lámparas, se podían ahorrar 21.581 kWh al año y más de 3.000 euros anuales. Además, el edificio de Apemsa estaría ajustado al Documento Básico de Ahorro de Energía, HE del Código Técnico de Edificación cumpliendo con los VEEI (Valor de Eficiencia Energética de la Instalación en cada una de las dependencias) indicados en dicho documento, cuyo objetivo es conseguir una iluminación adecuada con la menor potencia eléctrica posible.
La inversión que se ha llevado a cabo es de unos 34.719,81 euros para la cual ha sido concedida una subvención de un 18% de la Agencia Andaluza de Energía. Aunque la inversión inicial es más costosa que la de unas lámparas de tecnología convencional, tienen la ventaja de que se amortiza en aproximadamente cinco años.
El Presidente ha destacado que todo el material es de fabricación nacional, en concreto, de la empresa LEC (Light Enviroment Control) ubicada en la vecina localidad gaditana de Barbate. Así mismo, la fábrica ofrece una garantía por cinco años, es decir, si se deteriora una lámpara de LED la sustituyen por una nueva, de forma gratuita. En concreto, se han cambiado: 286 tubos de 120 cm; 120 tubos de 60 cm; 139 downlight y 34 focos dicroicos. El material retirado ha sido trasladado a un vertedero.
Ventajas
Una lámpara de LED es un dispositivo que usa diodos emisores de luz como fuente luminosa. La sustitución de tubos fluorescentes convencionales por tubos LED tiene la ventaja de que poseen una vida útil de entre 50.000 y 100.000 horas, (entre 17-34 años, a 8 horas de uso al día). Están realizados en materiales reciclables, son menos contaminantes al ser una fuente de luz libre de mercurio, sodio y demás gases contaminantes y se consiguen menos emisiones a la atmósfera, con una drástica reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Moresco ha subrayado que, además, disminuyen los costes de mantenimiento (no hace falta el uso de cebador y balasto y la renovación de lámparas se alarga en el tiempo) y bajan el consumo eléctrico en sistemas de refrigeración, ya que emiten muy poco calor. Tienen encendido instantáneo, sin parpadeos ni ruidos; resistencia a golpes y vibraciones; gran calidad de luz, sin radiación ultravioleta ni infrarrojos. Y por último y, no menos importante, contribuye notablemente a mejorar la salud y los trastornos visuales de los trabajadores, expuestos a los riesgos derivados de las pantallas de visualización de datos.
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