Hace 20 años atrás, comprar una barra de pan costaba tan solo 50 pesetas, 30 céntimos de los de hoy. Un precio que se encareció con la puesta en circulación y el redondeo generalizado del euro, la moneda común para la mayoría de los países de la Unión Europea. Ahora, por el mismo tipo de barra se llega a pagar hasta 70 céntimos.
Los que llegaron casi a la vez que el euro ni recuerdan las pesetas. Otros, en cambio, dos décadas después de su puesta en funcionamiento siguen haciendo el cambio a la hora de hacer determinadas compras. En su 20 aniversario, es más que evidente, el euro se ha consolidado como la segunda moneda más utilizada en todo el mundo tras el dólar. Aunque, sea cada vez menos frecuente llevarla en el bolsillo con la implantación digital.
Euro digital y nuevos billetes
Pendiente de un lavado de cara con el rediseño de los billetes, previsto para 2024 por el Banco Central Europeo, el euro no pierde de vista una nueva era digital. Uno de los mayores cambios en el dinero de la eurozona desde que, en 2018, el BCE decidiese acabar con la emisión de billetes de 500 euros.
Será en 2023, cuando el instituto emisor tenga listo un primer prototipo de euro digital.
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