El ojo de la aguja

¡Cuidado con las setas!

Cuando ya hemos entrado en la primavera, y a pesar de que este invierno no ha sido lluvioso ni mucho menos...

Publicado: 25/03/2019 ·
13:10
· Actualizado: 25/03/2019 · 13:10
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Autor

Juan Bautista Mojarro

Mojarro es un veterano articulista onubense, escritor y poeta. Ha trabajado y colaborado con casi todos los diarios onubenses

El ojo de la aguja

Un viaje por el pasado de Huelva, sus barrios, sus personajes ilustres y anécdotas, además de sus reflexiones sobre el devenir de la sociedad

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Cuando ya hemos entrado en la primavera, y a pesar de que este invierno no ha sido lluvioso ni mucho menos, cosa que desfavorece muy mucho la búsqueda tradicional de la diferentes setas a los aficionados a la misma, por la serranía de Huelva y también por una buena parte de la comarca del Andévalo, si bien, en lo tocante al gurumelo, la más codiciada y común en nuestra zona, también suele darse en los alrededores de las poblaciones costeras, como puede ser el caso de Lepe, donde acostumbran a coger gurumelos, que tienen un distinto sabor al gurumelo que se cría en la maleza de la Sierra de Huelva. Estos gurumelos de Lepe y su entorno, suelen ser conocidos por areneros, pero también cuentan con sus encantos gastronómicos. Sea por lo que fuere, no cabe duda de que coger setas los fines de semana cuenta con un atractivo y una costumbre añeja, tanto en Huelva capital como en la provincia de una manera especial los fines de semana. Siempre, muchos onubenses los domingos cogían el tren de Zafra y se detenían en el Cobujón, Gil Márquez, La Nava etc. Otros lo hacen hoy en día mayormente en vehículos  particulares, y regresan siempre con sus canastos de mimbre cargados de estos gustosos manjares. Siempre van acompañados del canasto y la zoleta, con las que escarban el terreno donde entienden que se halla el fruto codiciado.   Pero la seta rey por excelencia en esta época del año, sin duda alguna en nuestra zonas de Huelva, de las que hemos citados algunos lugares, es la del gurumelo, que se suele buscar de manera generalizada en todas las poblaciones de la Sierra. En el Andévalo cuenta con una bien ganada fama el gurumelo de Paymogo y también los de El Cerro y Villanueva de las Cruces, donde también crecen, y son setas comestibles, el tontullo, el champiñón silvestre, el rebellón, la turma, estas son setas fácilmente identificables por las personas que se dedican  a estos menesteres. Pero entre col y col lechuga, como contempla el refranero, por ejemplo, en nuestra Sierra, existe una cantidad de setas enorme, que son difícilmente identificables, y por consiguiente que no son comestibles, y que pueden acarrear problemas de intoxicaciones que nos puede llevar hasta la muerte, por eso, a la hora de coger gurumelos, que los hay comestibles y otros que no, para cogerlos tiene que ir por delante una persona experta que es la que puede sacarnos de dudas, y de esta manera recogerlos con todo tipo de garantías. El gurumelo se hace de mil maneras distintas, revuelto con huevo, a la plancha, en guisos etc. pero de esto quién mejor puede hablarnos es la escritora de recetas gastronómicas de Huelva,  Rosa María Calvo, que acaba de editar su última obra en Madrid, y que cuenta con premios nacionales.  

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