El pasado 24 de mayo fue la última vez que la locuaz secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, insistió en que “nada más llegar al Ministerio del Interior el señor Zoido traicionó al Polígono Sur al ubicar la futura comisaría de la Policía Nacional fuera de un barrio que llevaba décadas reclamando un refuerzo en materia de seguridad”. Se refería a la decisión de Interior de construir la comisaría fuera de los límites del barrio con el argumento de que así serviría a todo el Distrito Sur y no sólo a aquél. El PSOE promovió en el solar donde inicialmente se había previsto el edificio una concentración de protesta contra la “traición” de Zoido e impulsó desde el Ayuntamiento una moción para exigirle que rectificara, moción que fue aprobada por todos los grupos municipales excepto por el PP. Ahora ha trascendido que el pasado diciembre el Gobierno socialista de Pedro Sánchez adjudicó la construcción de la comisaría en el sitio elegido por Zoido.
Si Verónica Pérez y el resto de dirigentes del PSOE fueran coherentes tendrían que haberse rebelado contra esta decisión, denostado a Sánchez o dimitido como protesta, pero se limitan a guardar silencio como si tal cosa. Se demuestra una vez más la doble moral imperante en política. La comisaría fuera del Polígono se convierte a la postre en un triunfo de Zoido, que en plan Cid gana esta batalla siete meses después de su cese como ministro del Interior.
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