Desde el Baluarte

¿Vuelta a la normalidad?

En esta semana, el Presidente del Gobierno de España, nos ha planteado la planificación que tiene prevista el Gobierno de España para la salida del estado

Publicado: 30/04/2020 ·
12:47
· Actualizado: 30/04/2020 · 12:52
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Autor

Miguel Ángel Ruiz Anillo

Miguel Ángel Ruiz Anillo es asesor jurídico y colaborador social en diferentes proyectos con una dilatada experiencia

Desde el Baluarte

Desde el Baluarte el autor pasa revista a la actualidad social vista desde su construcción más justa

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En esta semana, el Presidente del Gobierno de España, nos ha planteado la planificación que tiene prevista el Gobierno de España para la salida del estado de alarma en el que estamos actualmente. Son varias fases que no han dejado indiferente a la mayoría de la gente y que tendrá que afinarse de una manera importante dadas las carencias de concreción que presenta.

Lo primero que me ha llamado la atención es nuevamente la prepotencia de quien dirige el Gobierno de España. Una vez más, las Comunidades Autónomas han efectuado aportaciones planes propios para que fueran estudiados por el Ejecutivo de Sánchez. ¿El resultado? Pues una clara inseguridad para quien tiene que abrir su negocio y una improvisación total en estas medidas.

También es curioso que se establece en principio un estado de salida del confinamiento para todos los territorios por igual. En toda España la incidencia del coronavirus no ha sido igual. Esto ha podido deberse a la casualidad pero, seguramente, lo será por la buena actuación de las diferentes Comunidades Autónomas que en muchos casos han ido por delante de lo que decidía Pedro Sánchez. El Gobierno de España ha estado a remolque en las decisiones que tomaban muchos Presidentes autonómicos. Ahora, este plan del Gobierno retrasa al conjunto del país. ¿Por qué provincias o territorios con escasa o nula incidencia del coronavirus tienen que esperar hasta julio para empezar su actividad económica?

En todo esto hay que tener claras dos variables. Por un lado, la salud. Eso debe primar en las decisiones que se tomen en todo este asunto. Se debe primar que no haya riesgos de contagios pero también, una vez superada esa fase, es decir, una vez que el riesgo sea menor, se debe empezar cuanto antes la actividad económica.

En esa reactivación tienen plena incidencia los planes de Sánchez. Les pongo algunos ejemplos de lo improvisado de lo presentado. Imagínense un bar pequeño, con una mínima barra para seis clientes. ¿Se puede sostener con un tercio de los clientes? Un espectáculo, sea musical, danza o teatro. ¿Puede ser rentable con la simple presencia de un tercio de la capacidad de su aforo? Posiblemente no en ambos casos.

Así, aunque se diga que se está produciendo la desescalada desde ya, eso, a efectos prácticos, no se va a producir hasta el mes de julio. ¿Qué empresas van a poder aguantar eso? Muy pocas seguramente. El aumento de concursos de acreedores en las empresas va a ser importante. Ya lo verán.

Y otra cuestión importante que no se ha aclarado todavía son las medidas de seguridad que las empresas van a tener que adoptar con sus trabajadores y con los clientes. ¿Se acuerdan de la Ley antitabaco y los costes que asumieron muchos bares que después se quedaron en nada? Pues lo mismo.

Pero de todo este plan de Sánchez lo más curioso es que, para que haya reactivación económica, tiene que haber clientes, consumidores. Si se sigue en estado de alarma, ¿para qué abrir en estas condiciones? Hasta que la gente consuma no habrá recuperación económica. Eso debe estar claro y, parece ser, para Pedro Sánchez y su Consejo de Ministros no lo está.

Como siempre les digo, viven en una realidad paralela. No saben lo que es abrir un negocio, no saben lo que es pagar una nómina.

Así nos va.

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