Ni remontada, ni cambio de sistema, ni final. El Betis continúa siendo un cadáver deportivo andante en su deriva hacia la Segunda División. La realidad es la que es y no valen paños calientes.
La victoria ante el Espanyol del pasado domingo no fue más que un espejismo en un desierto de dudas y derrotas que ningún cambio de entrenador, por muy excelso curriculum que tenga, puede eludir en esta circunstancia.
Una jornada que, en suma, ha perjudicado al cuadro verdiblanco debido a los triunfos en sus respectivos encuentros del Almería como local frente al Atlético de Madrid de Simeone y de Osasuna en Pamplona ante el Getafe.
Así las cosas, los ocho puntos de distancia que hasta este fin de semana separaban al equipo de las trece barras de la salvación, ahora se sitúan en diez puntos y una semana menos de competición con todo lo que eso implica.
Los números no engañan y las estadísticas negativas para el conjunto heliopolitano se han ido convirtiendo en el pan nuestro de cada día. Dos puntos de 33 posibles son las cifras del Betis en el balance de los once partidos disputados lejos del Villamarín desde que arrancara la actual temporada de Liga.
Precisamente, la última vez que lograron vencer a domicilio, fue precisamente en el Nuevo Los Cármenes de Granada la anterior campaña el 5 de abril de 2013 por un contundente 1-5, previo al derbi que más tarde se celebraría en Heliópolis.
El bloque nazarí, próximo rival de los béticos en el campeonato nacional, es el equipo que en estos instantes, con 24 puntos en el casillero, se establece como la referencia a día de hoy en la pelea por intentar mantener la categoría junto al Málaga.
Amén de la lectura en materia de guarismos, la táctica del técnico argentino del Betis no dio el resultado esperado. El Valencia de Pizzi agrandó un año más la maldición de Mestalla endosando a los de Calderón la cuarta ‘manita’ en seis meses, en un choque donde Jordi Figueras y Dídac Vila, no han salido nada bien parados. Una ruina.
Sólo el Rayo encaja tanto como el Betis
La pésima racha por la que atraviesan los béticos se refleja en las cifras goleadoras que los señalan como el equipo que más encaja de la competición con 52 goles en contra, únicamente igualado con el Rayo Vallecano.
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