El Atlético de Madrid mantuvo su buena velocidad en esta temporada con su tercer triunfo consecutivo en la Liga, encarrilado en los últimos quince minutos de la primera parte, con goles del uruguayo Diego Godín y el colombiano Radamel Falcao, y complicado en el segundo tiempo por la reacción del Valladolid.
El conjunto rojiblanco tuvo el encuentro aparentemente solucionado hasta el minuto 54, cuando un error del belga Thibaut Courtois al atajar un disparo lejano y fácil de Alberto Bueno supuso el 2-1 y más de media hora de sufrimiento para los locales, que aguantaron el triunfo y cierran el día en Liga de Campeones.
El Atlético sigue subido en una ola de ilusión y resultados en este inicio de curso. No se bajó hoy tampoco ante el Valladolid en el Vicente Calderón, donde sólo necesitó una primera parte correcta para dejar el marcador encarrilado al intermedio y, ya en la segunda, pese al 2-1 final, asegurar un triunfo importante.
Así lo marcan sus diez puntos en cuatro encuentros, unas cifras que le permiten encarar el duelo del próximo miércoles con el Betis, aplazado de la tercera jornada, con la opción de subir hasta la segunda posición de la clasificación. El Atlético mira hacia arriba en la tabla, aún más con su victoria dominical frente al Valladolid.
En la vuelta a la alineación más habitual del argentino Diego Simeone, con Radamel Falcao y otros ocho jugadores más de regreso al once, ya que sólo los brasileños Joao Miranda y Diego Costa repitieron respecto al 0-3 del pasado jueves en Tel Aviv en la Liga Europa, el equipo tampoco dio opción al Valladolid, valiente de inicio en el Calderón.
Le gusta la pelota a la escuadra de Miroslav Djukic, que maneja con soltura el balón entre la defensa y el medio campo, pero se atasca un poco más allá, en tres cuartos, cuando debe surgir la precisión y el talento para generar jugadas relevantes. Circuló bien e incluso se sintió cómodo durante la primera media hora del choque.
Disparó con peligro sobre la meta de Courtois, con un tiro de Omar resuelto con agilidad por el guardameta belga, y no sufrió en exceso en su área, porque el Atlético limitó sus primeras incursiones ofensivas a algún contragolpe o sus trabajadas acciones de estrategia, hasta que recibió el 1-0 en un veloz contraataque.
Lo inició y lo culminó Diego Godín. Él robó el balón en el centro del campo, salió con la pelota jugada, pegada al pie, a golpe de zancada, y la tocó hacia Koke, que le devolvió la pared para dejarle solo ante Jaime. El central definió como un fino delantero, picó el esférico y marcó el 1-0 (m. 30).
El Atlético, ya por delante, fue incontestable para su oponente. Jaime multiplicó sus reflejos en un par de acciones, para detener un cabezazo de Falcao, primero, y un trallazo de Gabi, después, pero no pudo evitar el 2-0, en un penalti discutido por los jugadores del Valladolid, porque el silbato se escuchó antes de la infracción sobre Diego Costa. Lo transformó el ariete colombiano (m. 44).
Simeone sustituyó al goleador, que ya suma ocho tantos en los últimos cuatro encuentros del equipo rojiblanco, en el intermedio -dio entrada en su lugar a Adrián- y la segunda parte surgió sin complicaciones para el Atlético hasta que un tiro lejano de Alberto Bueno, fácil para Courtois, se le coló al portero al detenerlo.
El 2-1, en el minuto 54, dio vida al Valladolid y puso de nuevo a debate los tres puntos del conjunto madrileño, ya sin tantas oportunidades y con más inquietud con el paso de los minutos. Pidió un penalti el equipo visitante, reanimado con el gol, y generó un puñado de faltas al borde del área en el tramo final del duelo.
Fue entonces cuando el guardameta belga respondió a dos disparos de Bueno para detener las ambiciones del Valladolid ante un Atlético desaparecido en ataque, exigido en defensa y sólo aliviado cuando el árbitro César Muñiz Fernández pitó el final del encuentro, el decimoquinto consecutivo sin perder del conjunto rojiblanco.
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