Con Y griega

Por un nuevo tiempo

Bastante ha sufrido Andalucía como para que por la falta de sintonía personal o diferencia de sensibilidades, tengamos que sufrir más penalizaciones

Publicado: 04/06/2018 ·
21:03
· Actualizado: 04/06/2018 · 21:03
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Autor

Antonio Yélamo

Periodista de dilatada trayectoria, Antonio Yélamo es director de Radio Sevilla, en la Cadena Ser

Con Y griega

La actualidad política, social y económica andaluza analizada desde la A a la Y con el sello personal de Antonio Yélamo

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Todos en el PSOE hablan de un nuevo tiempotras la llegada de su secretario general, Pedro Sánchez a la Moncloa. Por la cuenta que nos trae, en especial, a los andaluces, esperemos que esa apelación a una etapa diferente a lo vivido hasta ahora vaya en serio. Porque lo conocido hasta aquí es un continuo marcaje, un recelo permanente entre Ferraz y San Telmo, una ignorancia mutua que raya el ninguneo, una resistencia a la espera de acontecimientos futuros para pasar la correspondiente factura, una carencia de sintonía y diálogo, en fin, que no auguraba nada bueno sino todo lo contrario, un seguro choque de trenes cuyas consecuencias las pagaríamos todos nosotros. 

Pero el escenario ha cambiado súbitamente al prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy. Y esta circunstancia obliga a ambas partes a reconsiderar sus posiciones. Desde luego que el gobierno andaluz, si quiere ser respetado aquí, debe mantener en pie su listado de reivindicaciones con la reclamación destacada de la convocatoria inmediata del Consejo de Política Fiscal y Financiera para abrir la negociacion en torno a un nuevo modelo de financiación autonómica, tal y como el Parlamento le ha encomendado. Todo ello, sin olvidar por supuesto, la corrección del sempiterno déficit inversor con el que se nos ha venido castigando por parte de la administración central. De alguna manera, con más o menos urgencia, el nuevo ejecutivo tendrá que dar una respuesta a estas demandas.

Pero más allá de ello, que ya es bastante, está la imperiosa necesidad de que, en efecto, se  sea consciente de que afrontamos otra fase, cierto es que marcada por la provisionalidad de un gobierno cogido con alfileres, pero que requiere de la mínima generosidad posible que disipe resentimientos y revanchismo en el seno del PSOE. Hasta aquí todo quedaba en casa, entre las paredes de partido,  ahora, sin embargo, la diferencia estriba en que las cuitas internas podemos llegar a pagarlas todos y eso sí que no. Bastante ha sufrido Andalucía como para que por la falta de sintonía personal, diferencia de sensibilidades, o por vaya usted a saber qué, tengamos que sufrir más penalizaciones. Nuevos tiempos, sí, pero a ver si es verdad. Y es que el riesgo está en que se caiga en la tentación de aprovechar la coyuntura para revertir los equilibrios de poder, en una persistencia de la enésima pelea interna que de reproducirse sería mortal para los socialistas. Unos y otros deben ser una misma cosa. Se necesitan. No se distraigan de lo fundamental : situar a Andalucía y España donde se merecen.

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