La delegada municipal de Cultura, Susana Rivas, el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, y el historiador Wenceslao Segura han inaugurado una nueva exposición en estas instalaciones. Se trata de ‘Guzmán El Bueno: Historia e imagen de un héroe medieval’, que estará abierta al público hasta el próximo 8 de diciembre, siendo una muestra de temática histórica planteada, en su concepción y diseño, como exposición eminentemente didáctica.
El subtítulo de esta exposición, da una clara idea de qué va a encontrar el público en los dos espacios expositivos elegidos: una sala primera dedicada a Guzmán El Bueno en su contexto histórico y una segundan sala, dedicada a su imagen, desde la literatura hasta las artes plásticas, incluyendo curiosidades varias nada desdeñables. Una serie de interesantes paneles, donde texto e imágenes se remiten y apoyan mutuamente, conforman el hilo argumental de una muestra, ilustrada con pinturas, grabados, esculturas o publicaciones, entre otros.
“Con la llegada del otoño, seguimos organizando nuevas exposiciones, en esta ocasión sobre Guzmán El Bueno y todo lo relacionado con la España medieval”, ha indicado la delegada de Cultura, quien ha aclarado que, “más allá del carácter didáctico de la muestra, también podemos disfrutar de las pinturas y manuscritos”. “Invitar a la ciudadanía a que venga a visitar esta exposición y así profundizar en una de las figuras más importantes del medievo”, ha incidido.
Por su parte, Wenceslao Segura ha resaltado que “la mayoría de las piezas expuestas pertenecen al museo de la Fundación Wenceslao Segura y la muestra está magníficamente montada por los profesionales del Museo bajo la supervisión de su director Jesús Romero”. “Estamos hablando de dos exposiciones en una”, ha indicado Segura, quien ha resaltado que “Guzmán el Bueno es uno de los grandes personajes de la historia de España, que vive una época turbulenta durante los reinados de Alfonso X, Sancho IV y Fernando IV, aunque gracias al gran ejército que tenía, pudo solventar los problemas de la época”.
“Aunque Guzmán El Bueno residía en Sevilla, tenía un gran interés por la costa atlántica de la actual provincia de Cádiz, poseyendo las poblaciones de Sanlúcar, Chiclana, Conil, Vejer, así como la Alcaldía de Tarifa. Todo ello, por la almadraba en la costa gaditana”, ha resaltado Wenceslao Seguro, quien ha añadido que “en 1303 el rey Fernando IV le va a conceder el entonces ‘despoblado’ de Chiclana, con el objetivo de crear fortaleza”. “Pronto se convirtió en un mito y, por ello, fue muy recurrente por los artistas, de ahí que desde finales del XVIII hasta el XX se llevaran a cabo muchas representaciones de Guzmán El Bueno”, ha explicado Segura, quien ha añadido que “también se han escrito muchos libros sobre su figura”. “La exposición se completa con cosas varias con el motivo de Guzmán El Bueno”, ha expresado Segura, quien ha finalizado agradeciendo al Ayuntamiento de Chiclana su apuesta por seguir incrementando la colección de Agustín Segura, “que es un un orgullo para Tarifa”.
Hay que destacar que, ppor los muchos servicios prestados, diversos reyes premiaron a Guzmán El Bueno con sus mercedes. Así, Fernando IV, haciendo efectivas las promesas de su padre, le hizo como donación, aparte de otras, de la aldea de Chiclana de la Frontera. Este detalle justifica sobradamente esta exposición aquí, ampliación monográfica sobre algo referido en esta exposición permanente.
Decía Oscar Wilde que, haga cuanto haga un gran hombre, será al final recordado por una simple anécdota. Pero hay gestos que, porque retratan, trascienden, con su enorme carga simbólica, lo anecdótico. El gesto inevitablemente referido de Alonso Pérez de Guzmán es el mil veces recogido por una iconografía que abunda en él, desde los grabados más antiguos que ilustraron los textos que referían sus hazañas hasta las más modernas recreaciones, Pérez Villalta incluido. Guzmán arroja su propio cuchillo al enemigo para que cumpla éste su amenaza, dar muerte al menor de sus hijos, antes que rendir Tarifa. Quien quiere bajo miedo también quiere, decía el Derecho Romano.
Pero su vida pública, que empieza allá por 1276 y se prolonga hasta el final de su vida, es más, mucho más. Y de todo ello quiere dejar constancia esta exposición que, de manera somera pero no superficial, se apoya en el riguroso estudio que, a lo largo de los años, ha llevado a cabo el investigador Wenceslao Segura González, comisario de esta muestra.
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