Una operación conjunta de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha permitido desarticular un grupo criminal que importaba cocaína procedente de Centroamérica oculta en cajas de bananas.
La Dirección General de la Policía explica en un comunicado que en esta operación han sido detenidas seis personas en Estepona (Málaga), a las que se les imputa un delito de tráfico de drogas, que han ingresado en prisión preventiva por orden judicial.
La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un contenedor procedente de Costa Rica y con destino al Puerto de Algeciras era sospechoso de ocultar cocaína en paquetes ocultos en cajas de bananas.
Los investigadores establecieron un dispositivo en torno al contenedor para conocer sus movimientos desde que el camión que lo cargaba salió de las instalaciones portuarias para permanecer en una zona habilitada como parking para camiones de la misma ciudad.
Al día siguiente, el mencionado camión inició un nuevo viaje una nave de un polígono industrial de Estepona. Allí había varias personas esperándolo y abrieron la puerta para facilitar la entrada del camión a la nave.
Los policías accedieron a la misma y redujeron a las personas que se encontraban en su interior, interceptando a dos de ellas en la vía pública tras intentar darse a la fuga.
Revisada la mercancía del contenedor, descubrieron 250 paquetes rectangulares, de aproximadamente un kilo cada uno, ocultos en algunas de las cajas de bananas.
Los paquetes contenían una sustancia blanca en su interior a la que se aplicó el reactivo correspondiente, arrojando un resultado positivo en cocaína y un peso bruto total de 275 kilos.
Además, en la cabina del camión que transportaba el contenedor en el que se encontró la cocaína los agentes localizaron un potente inhibidor de frecuencias, usado generalmente para inutilizar los dispositivos de localización GPS y similares.
Además de detener a seis personas, han sido intervenidos 275 kilos de cocaína, 1.295 euros en efectivo, 770 dólares americanos en efectivo, dos furgonetas, un inhibidor multifrecuencia, ocho teléfonos móviles y numeroso material que podría haberse utilizado para la distribución y transporte de la sustancia estupefaciente.
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