La edil del PP defendió a su compañero de partido, José Manuel Lechuga, recordando que él fue delegado de Turismo y Promoción de la Ciudad y que, por tanto, “su trabajo le obligaba a mantener reuniones con muchas personas”. A su juicio, “cuando vienen cargos importantes, como puede ser por ejemplo el responsable de TUI lo invitas a comer y si pide langostinos se paga y si se le apetece luego un cubata, no se le puede decir que no”, explicó Fernández, quien, no obstante, no supo decir con qué dos personas, presuntamente relevantes, se reunió Lechuga el día de la famosa comida de lujo. Cabe recordar que ese almuerzo, cuya factura reprodujo este medio ayer, costó 233 euros, una cantidad que fue pagada del dinero de todos los chiclaneros, ya que se pasó con cargo al Ayuntamiento.
La ex responsable del área económica quiso quitar importancia a la polémica e insistió en que ese tipo de comidas eran “normales”. “No sé por qué han sacado esa factura si hay otras incluso de mayor importe de un almuerzo con la Federación de Pádel Internacional. Todos esos gastos están justificados y eran para hacer más grande esta ciudad”, dijo.
Facturas sin consignación
Por otro lado, lo que sí negó Fernández fue que su equipo de Gobierno dejase 1,7 millones de euros en facturas sin pagar e insistió en que “algunas ya estaban de antes”. Una afirmación que de momento los populares no han podido demostrar pero que podrían hacerlo acudiendo al área de Intervención y revisando todas las facturas que se encuentran a su disposición, sin embargo el PP se niega a realizar este trámite e insiste en que el nuevo equipo de Gobierno le envíe detalles de cada una de esas facturas que le atribuye.
Asimismo, y aunque no aportó ningún documento que corroborara sus palabras, la edil del PP aseguró que cuando su partido llegó al Gobierno también encontró “1,5 millones de euros en facturas sin pagar de la etapa del PSOE”.
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