Tras cerca de un año obras de rehabilitación, hoy ha quedado abierto el edificio de “La Residencia” en el antiguo barrio de Jesús o Aljaranda. Catorce apartamentos de uno y dos dormitorios con excepcionales vistas al Estrecho de Gibraltar han sido acondicionados en el interior de lo que fuera la antigua Residencia militar de Suboficiales, desafectada hace años y en desuso hasta ahora. La gerencia de la instalación ha organizado durante toda la tarde una jornada de puertas abiertas al público para dar a conocer la reforma.
En el exterior se han ajardinado espacios y se han cuidado los volúmenes y formas de las fachadas para integrar al máximo un edificio asomado al mar en un frente y a la historia en otro. Y es que, la que fuera antigua residencia militar de suboficiales- construida a principios de la década de los 50- se sitúa en un entorno histórico y paisajístico excepcional. Junto a los restos del antiguo templo de Santiago y colindante con el recinto amurallado de Tarifa.
Lo ha resaltado así el propietario e impulsor de la reforma, el empresario de origen alemán Robin Schoeck que una vez culminada las obras de rehabilitación, ha organizado una jornada de puertas abiertas para dar a conocer el resultado. Antes, la apertura formal ha contado con la visita girada a representantes del gobierno local.
En el interior de “La Residencia” estancias y espacios han sido aprovechados para dar cabida a un total de catorce apartamentos de uno y dos dormitorios, dotados todos de cocina y baño.
La arquitecta alemana afincada en Tarifa, Katia Moeller es la autora de la arquitectura de interiores y el diseño de espacios, mientras el también arquitecto Roberto Acedo firma el proyecto de ejecución de obras que ha dibujado la rehabilitación del antiguo edificio residencial.
Como elementos comunes, en la azotea se ha dado forma a una piscina desbordante, un solarium y una sauna que completan el equipamiento de una instalación encaminada a ofrecer confort y relax.
Para el empresario impulsor de la reforma, Robin Schoeck la apertura de hoy marca un sueño logrado no sin esfuerzo y dedicación. No fue hasta la tercera subasta pública del edificio, cuando logró reunir la financiación y energía necesarias para embarcarse en el proyecto.
Desde el gobierno local se ha felicitado al empresario por la puesta en valor del antiguo edificio en ruinas. En esta línea, el alcalde Juan Andrés Gil ha destacado el esfuerzo emprendido “para dotar a Tarifa de un establecimiento de calidad que refuerza la imagen del municipio turístico con una oferta de primer orden. En este antiguo edificio que tantos que tanta preocupación venía despertando por su desuso, se han aprovechado al máximo los recursos y dotaciones con un criterio escrupuloso de calidad, ofertando los mejores servicios posibles. Eso es una apuesta empresarial arriesgada que se agradece y que repercute en la imagen de todos. Las antiguas servidumbres militares están dando paso cada vez más a dotaciones turísticas de valioso interés.
El primer edil tarifeño ha remarcado además el dato destacado de la próxima desamortización de la residencia militar de Oficiales que se sitúa frente al espacio de Miramar.
En esta línea, la administración local aspira a hacer valer sus proyectos para que esta otra instalación ligada al INVIED del Ministerio de Defensa pueda albergar un hotel-escuela. Es el proyecto y objetivo que se ha marcado el gobierno local. “Queremos que el futuro uso civil de la actual residencia de Oficiales sea el más conveniente posible. Tarifa necesita un centro para que nuestra juventud pueda formarse en el turismo y entendemos que la citada residencia puede ser una ubicación excepcional para que funcionara”.
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