Verdemar Ecologistas en Acción ha expresado su oposición a la instalación de una planta fotovoltaica en el río Hozgarganta y junto al Pinar del Rey, en Jimena y San Roque, respectivamente.
“Miles de hectáreas de placas solares se proyectan en el Campo de Gibraltar para obtener energía alternativa de exportación”, lamenta el colectivo.
En ese sentido, añaden que “la gota que ha colmado el vaso ha sido la pretendida planta solar fotovoltaica con 100 Mwp en la vega de Barría, en Jimena de La Frontera. Esta va a ocupar una extensión de 100 hectáreas y estará compuesta por 175.446 módulos fotovoltaicos en una zona inundable del río Hozgarganta. La del Pinar del Rey tiene las mismas características”, sostienen los ecologistas.
“Esto es una barbaridad, no podemos acabar con estas zonas emblemáticas del Campo de Gibraltar. Esperamos la oposición de las corporaciones de Jimena y de San Roque” ante “esta avalancha de proyectos fotovoltaicos y eólicos en el Campo de Gibraltar”, que a criterio de Verdemar, “nada tiene que ver con una descarbonización justa”.
“Estamos saturados alegando decenas de estos proyectos solares, eólicos, subestaciones eléctricas de evacuación, tendidos eléctricos, tendidos intercontinentales…que siguen exponiéndose al público por interés social sin ninguna planificación”, sostienen.
“La comarca está sobresaturada con proyectos claramente agresivos al paisaje o a la biodiversidad”, denuncia Verdemar, que recuerda que el Campo de Gibraltar “ha pagado ya un alto peaje con el polígono industrial pesado para seguir ahorcando a esta comarca con esta ocupación territorial, económica y ambiental”.
“Resulta innegable la contribución de la energía solar fotovoltaica y eólica a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la consolidación de un tejido productivo descarbonizado, pero los impactos medioambientales derivan de la ocupación de territorio y su afección a la biodiversidad y de aniquilar el desarrollo sostenible de las campiñas y huertas del Campo de Gibraltar”, añaden.
“No pueden ser ignorados la fragmentación del territorio, la ocupación de suelos, la afección paisajística, el consumo de agua, los usos agroganaderos en conflicto… La avalancha de proyectos en la zona supera las 2.000 hectáreas y va a dar la puntilla al Campo de Gibraltar. Estos se están llevando a cabo sin ordenación alguna”, alegan.
“Apoyamos la alternativa fotovoltaica, imprescindible para la descarbonización de la economía, pero no de esta manera”, indica Verdemar, que denuncia “la intención meramente especulativa de buena parte de estos proyectos, se está relegando la opción más sostenible social y ecológicamente”.
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