Usuarios de Servicios Sociales manifestaban este lunes su mosqueo después de estar desde las siete de la mañana esperando su turno en las puertas de las dependencias de Servicios Sociales de la barriada de La Paz. En algunos de los casos tuvieron que estar una media de cuatro horas para poder acceder a las dependencias municipales y solicitar su cita con su respectiva asistenta social.
Asimismo, también criticaban que incluso llegando a esas horas “te encuentras con que te dan casi el número 100 para que te atienda personal del Ayuntamiento”. Los usuarios manifestaron públicamente su enfado y molestia por el modus operandi de la apertura del libro de citas cada quince días, puesto que “sólo se abre las citas para ocho usuarios por cada asistenta social, y puedes tanto tener suerte y conseguir cita como verte sin cita después de haber estado esperando todas estas horas”.
Los usuarios afirman que “debería hacerse con mayor agilidad, así como tener la opción de poder preguntar todas sus dudas a los asistentes sociales sin la incertidumbre de ir a una cola a esperar el turno para ver si podrá o no ser atendidos por el personal que tenemos designados”.
En la jornada del lunes, los ánimos estaban bastante caldeados a medida que iban pasando las horas de espera. “No considero que se haya conseguido con esto de la apertura de los libros de citas que sea más ágil el sistema”, denunciaba uno de los que sufrían la espera.
El pasado mes de febrero, la Delegación de Asuntos Sociales anunciaba que para el mes de abril se iba a cambiar el sistema de citas para agilizar la gestión de la demanda y reducir la lista de espera. La concejala de Servicios Sociales, Ana Fernández, explicaba que el sistema implantado por el anterior equipo de Gobierno, en el que “se cerraba el libro de citas, no era práctico para ninguna de las partes implicadas, ni para los trabajadores ni para los usuarios, pues dificultaba poder mantener una proyección de su atención en el tiempo”. Es por esto por lo que se ha venido trabajó en el estudio de medidas para cambiar este sistema.
Fernández indicó que, de cara al usuario, tiene como objetivo “reducir su nivel de incertidumbre en intervenciones de larga duración” mientras que de cara a los trabajadores, “con esta iniciativa se le devolverá, hasta donde se alcance, su capacidad de autoorganización y de control de su tarea, asimilando en lo posible el régimen general de asistencia al de Familia, SAD o Dependencia, respetando su carácter de punto de acceso al sistema de Servicios Sociales”. De esta manera, se establecen dos tipos de citas, las programadas y las demandadas además de mantenerse como hasta ahora el sistema de cita urgentes .
Esta no es la primera crítica que recibe el cambio a la hora de obtener una cita con la asistente social.
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