UGT se ha concentrado en la mañana de este miércoles, dentro del calendario de protestas que ha organizado, ante las puertas de la sede principal de la empresa Ayesa en protesta por la represión sindical a la que considera está siendo sometida la plantilla, especialmente su comité de empresa, después de que hayan sido sancionados once de sus 23 miembros, cinco de ellos con la suspensión de un mes de empleo y sueldo.
La sanción -a todos los miembros del comité de UGT y a dos del sindicato CSC- se debió a la publicación de varios artículos enviados a la plantilla en contestación a una entrevista en prensa realizada a José Luis Manzanares, presidente de Ayesa, que la empresa consideró que excedían el ámbito de la libertad de expresión sindical.
Las sanciones han sido recurridas ante la Justicia y habrá un acto de conciliación con la empresa, aunque los representantes del comité llegarán hasta los tribunales al considerar que es un atentado contra la libertad sindical.
Según Miguel Marín, secretario de UGT en el comité de empresa y uno de los sancionados, “no aceptamos un intento de conciliación previo al juicio porque tendría el efecto que la empresa quiere, que los miembros del comité de empresa son sancionables y lo que queremos es transmitir un mensaje de tranquilidad, decirle a los trabajadores que esta actuación de la empresa es punible”.
UGT recuerda que el ambiente laboral se ha ido deteriorando en la empresa y que, desde que comenzó la crisis económica, se ha ido despidiendo a trabajadores cualificados para incorporar a recién titulados cobrando menos salarios, un extremo que conecta con los estragos de la reforma laboral. “Nos han quitado derechos laborales y ahora quieren limitar los derechos sindicales acallándolos”, añadía Juan Bautista, secretario general de UGT Sevilla, presente también en la concentración en la isla de la Cartuja.
Marín recordaba que la empresa, que nació en los años 60, nunca ha tenido representación sindical hasta hace poco tiempo, “y no le gusta”, mientras Bautista recordaba la entrevista que motivó el despido: “son pobres porque quieren, como si no quisiéramos mejorar”.
Al empeoramiento de la situación laboral de la plantilla en la empresa en Sevilla se ha unido el reciente ERE extintivo anunciado en la filial de Ayesa en El Puerto de Santa María, SDS Sadiel. Nacida dentro del Plan Bahía Competitiva tras el cierre de Delphi, “dejan a 73 compañeros en la calle cuando se han terminado las subvenciones”, recuerda Marín.
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