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Cádiz

José Andrés Santos, presidente de los jóvenes empresarios de Cádiz: “Es el momento para arriesgar y crear una empresa”

El presidente de la AJE asegura que existen tres elementos que favorecen el incremento de empresas dirigidas a los jóvenes durante esta época de crisis, que son el tamaño de las empresas y el dominio de las tecnología y de los idiomas

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  • El presidente de la AJE

Apesar de los tiempos que corren, el presidente de los jóvenes empresarios de la provincia de Cádiz se muestra optimista, y cree que es un buen momento para emprender. En esta entrevista, José Andrés Santo, hace repasa la situación actual, habla de las funciones que desempeña la asociación que preside (AJE) y del asesoramiento que ofrecen a cualquier joven emprendedor, que quiera montar un nuevo negocio.

—¿Cuál es la situación actual de los jóvenes empresarios de la provincia?
—La realidad es que la situación es complicada ya que la coyuntura económica de la provincia es complicada de por sí. Conseguir financiación es difícil, pero para el joven empresario siempre lo ha sido, incluso hace cinco años, cuando la situación económica era supuestamente mejor. En 2007 el 82% de los créditos que pedían los jóvenes se denegaban. Una tasa de denegación que ahora afecta al conjunto de los empresarios con independencia de la edad. Pero hay una parte positiva, y es que el que emprende intenta hacerlo donde hay oportunidad de mercado. Las empresas que estaban ya consolidadas, las que tenían mucha trayectoria, han visto cómo de repente se les ha cambiado las reglas de juego y, por ende, dada su estructura, tienen más dificultades para adaptarse a las nuevas exigencias. Esto es una oportunidad para los empresarios que parten de cero, porque nacen en un entorno complicado y en todo momento piensan en cómo adaptarse al medio. Hay muchas oportunidades porque el que emprende ahora se basa en proyectos innovadores, en necesidades presentes y futuras, nace bajo un entorno tecnológico y bajo un concepto de internacionalización. El 63% de los proyectos iniciados en estos cinco años tienen presente desde el inicio el mercado exterior como una alternativa. No hay que concienciarles de que vivimos en una sociedad globalizada porque ya lo saben, lo tienen asumido y lo ven como una oportunidad. Además, son empresarios nativos en nuevas tecnologías, el nivel de idiomas cada vez es más alto, y la formación cada vez es más especializada.

—¿Se han cumplido las expectativas para este año que está apunto de acabar?
—Como expectativas para el 2012 manejamos que el 67% de las empresas pertenecientes a AJE tenían previsto crear empleo, y el 92% tenía expectativas de crecimiento. Ya veremos si se ha cumplido todo esto cuando pasemos las encuestas a las empresas asociadas.

—¿Las administraciones dan facilidades a los emprendedores jóvenes?
—Aunque parezca mentira, en la provincia hay un tejido muy grande de apoyo al emprendedor gracias a las administraciones e instituciones, y esto hace que el hecho de emprender sea más fácil para el que parte de cero ahora que hace diez años. Lo difícil es saber en qué debemos invertir, qué negocio debemos elegir, pero eso siempre ha sido así. Está claro que en épocas de bonanza había emprendedores por imitación, porque al de al lado le iba bien con un negocio determinado. Ahora en cambio es más complicado encontrar un nicho de mercado y estar preparado para sacar un proyecto adelante. Pero sí es cierto que hay mucha gente preparada que tendrían capacidad para emprender, porque tienen conocimientos para ello, que es lo que más vende en estos momentos. En lo que flaqueamos es en el aspecto de la financiación. En la provincia tenemos ejemplos como Carbures, Bionaturis, Transportes Piedra, Montajes Acecom, etc., son empresas que nacieron siendo pequeñas, con gente muy preparada y que ahora trabajan por todo el mundo, con proyectos grandes. La media de trabajadores que tienen nuestros asociados es de 17, y eso es para tenerlo en cuenta porque la media con la que empezaron hace cinco años era de 5. El joven que emprende va siempre a contracorriente, lo que necesitamos es que nos apoyen con financiación. Pero volvemos al problema de siempre: Hay gente válida, con un alto componente de innovación, que no se lanza porque no hay financiación.

—¿Ha decaído el apoyo de las administraciones en relación al número y al volumen de las ayudas económicas que se prestan para emprender?
—Este año hemos dado más de un millón de euros sin avales a jóvenes empresarios. De ese millón de euros, sólo un proyecto de 50.000 euros ha salido mal y está en morosidad. El que se mete aporta su capital, y si el proyecto va mal, pierde, y eso motiva mucho a la gente. Nosotros apostamos porque haya mayor capacidad y mayor dotación económica. No pedimos subvenciones, porque se ha demostrado que luego es difícil controlar el uso que se les da. Nosotros pedimos que nos presten el dinero y lo podamos devolver, a un interés cero si es posible. Un banco nunca va a aceptar esto, y para eso deben estar las administraciones públicas.

—¿Desde que alguien se plantea abrir un negocio se enfrenta a una presión fiscal muy grande para los ingresos que se tienen al principio. Este procedimiento asfixia muchos proyectos y hace que otros muchos ni siquiera vean la luz. ¿No sería conveniente empezar a cobrar impuestos a las empresas que sobrepasaran una cierta facturación con la idea de que las que están empezando tengan un margen de maniobra?
—Nosotros hemos trasladado a la ministra de Trabajo que cree la figura del autónomo joven. En Alemania hasta que no facturas 12.000 euros no tienes que darte de alta como autónomo. En Inglaterra ser autónomo cuesta 12 libras al mes, en Francia sale por 50 euros mensuales al igual que en Holanda. Aquí, el que empieza como autónomo no tiene derecho a paro, ni a prestaciones de ningún tipo. Si el pagar el autónomo no nos aporta nada, sólo es una loza de 3.000 al año, ¿por qué no plantear otras opciones? Las estadísticas demuestran que es una cantidad que echa a mucha gente para atrás, y más si es un gasto que vamos a tener nada más  echar a andar. Si existiesen medidas flexibles en este sentido, y los autónomos tuvieran que pagar durante cierto tiempo 50 euros al mes en lugar de 250, se conseguiría rebajar muchísimo el fraude, que la gente se dé de alta, que se reduzcan las listas del paro y que se cree empleo. Todo esto se lo hemos trasladado al Ministerio.

—¿Cómo les está afectando la morosidad de las administraciones?
—Desgraciadamente, la mayoría de las empresas no trabajan para las administraciones. El peso que tiene la administración pública en la economía es demasiado. Creo que debería haber más externalización de servicios y que sean las empresas privadas las que realmente muevan la economía. El joven empresario que trabaja para la administración pública lo está pasando muy mal, porque a pesar de que a primeros de año se aprobó un Plan de pago a proveedores, ya se ha generado una nueva bolsa de morosidad. No se ha cambiado la Ley del IVA, todavía no ha entrado en vigor la nueva Ley de Emprendedores y la Ley de Morosidad sigue sin aplicarse en la Administración Pública y eso está bloqueando muchos proyectos.

—¿Qué papel desempeña AJE en estos momentos de crisis?
—En primer lugar, intentamos animar a la gente a emprender dando ejemplo. Para ello, nuestros asociados, de manera totalmente altruista, muestra a la gente joven sus proyectos y sus empresas para que normalicen el hecho de emprender. Después intentamos generar un espacio de working, en una sede física, donde podamos compartir nuestros problemas y oportunidades. Hay que tener claro que lo más difícil de todo es consolidar la empresa, y por eso intentamos aprender de los errores de los compañeros. Ayudamos a formar a los empresarios y les apoyamos para que salgan al exterior, sobre todo, a Marruecos e Iberoamérica. También generamos convenios ventajosos para ellos y somos la voz que les defiende ante las administraciones. Sí es cierto que nos sentimos escuchados por la Administración. Ayuntamientos, Diputación y Junta de Andalucía muestran su apoyo públicamente a los jóvenes emprendedores constantemente, y esto no ocurría hace 15 años. Esto se ha conseguido gracias a la unión y la lucha. Hemos conseguido cambiar la mentalidad, pero todavía queda mucho por hacer, y una de las cosas que tenemos que lograr es que la Administración unifique sus criterios para reducir la burocracia.

—¿Ha bajado el número de asociados con la crisis?
—Tenemos mucha rotación, porque consolidar una empresa es difícil. Sí hemos notado que hay más gente que tienen intención de crear una empresa, muchos emprendedores por necesidad. El balance es positivo. Estamos creciendo en número de socios.

—¿Qué proyectos serían viables en la provincia y cuáles están saturados?
—Puedo decir cuáles son los negocios que más se están creando ahora. Los que están ahora más de moda son los que tienen que ver con la eficiencia energética y las energías renovables, los relacionados con el mundo agroalimentario para dar valor añadido a los productos de calidad que hay en la provincia, proyectos turísticos que se comercializa en el exterior a través de las nuevas tecnologías, desarrollo de aplicaciones para telefonía móvil, gestión de las redes sociales. Cualquier emprendedor debe tener conocimiento del produto/servicio que va a desarrollar y formarse como empresario. Una cosa es ser emprendedor y otra muy distinta ser empresario. Los políticos apoyan a los emprendedores, pero cuando eres empresario y fracasas nadie te apoya. Eso es otra cosa que reivindicamos: las segundas oportunidades. En España fracasas con un proyecto y ya estás estigmatizado para el resto de tu vida, en cambio, en otros países de Europa no pasa esto. España está por detrás de Tanzania para crear una empresa por las trabas que hay.

—El Gobierno está intentando atraer la inversión China y Rusa, ¿les preocupa?
—Nosotros no estamos en contra, porque va a generar economía aquí, lo que queremos es jugar con las mismas reglas de juego, porque los de Cádiz no nos vamos a deslocalizar. Nosotros también necesitamos suelo industrial donde poder emprender. Si una empresa China potente se asienta aquí, generará una industria auxiliar y eso generará oportunidades para todo el mundo. Pero queremos las mismas condiciones.

—¿El pasado miércoles presentaron el Premio Nacional Joven Empresario en Cádiz, en qué consiste?
—Lo convoca la Confederación de Jóvenes Empresarios. Cada dos años la entrega de premios se celebra en una ciudad y nosotros queríamos que este año fuese aquí por el Bicentenario. Los premios se entregarán el 10 de diciembre en el Parador Hotel Atlántico y vendrán los Príncipes de Asturias. Son cinco categorías: Joven Empresario Nacional, Responsabilidad Social, Internacionalización, Innovación y Sucesión Familiar.

—¿Qué le diría a las personas que se estén planteando emprender?
—Es un buen momento para crear empresas. El negocio que se cree ahora surge en un entorno de crisis, y esto quiere decir que cuando la situación económica mejore va a crecer muchísimo. La media de capital que se necesita para crear una empresa en Cádiz es de 23.000 euros, es decir, que no supone una gran inversión. La situación es complicada, pero hace cinco años también lo era.

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