Así lo ha anunciado hoy el ministro del Interior, Antonio Camacho, en una rueda de prensa en la sede de su departamento en la que ha presentado el balance de la Operación Verano de la Dirección General de Tráfico y en la que ha destacado que las cifras ponen de manifiesto que la política de seguridad vial "va por el buen camino".
"Nos encontramos en una de las mejores situaciones en cuanto a siniestralidad vial", ha asegurado Camacho, que ha calificado de "esencial" el comportamiento de los conductores y su responsabilidad al volante para lograr esta reducción de fallecidos.
En ambos meses, con 80 millones de desplazamientos -39,5 millones en julio y 40,5 en agosto- se produjeron 284 accidentes mortales, un 11,8 por ciento menos que el verano anterior.
Durante el mes de julio fallecieron 172 personas, dos menos que en 2010, un dato "favorable" a pesar de que a principios de este mes se reintrodujo el límite de 120 kilómetros por hora en autovías y autopistas y de que julio tuvo dos fines de semana denominados "negros" con un total de 28 fallecidos.
En agosto, perdieron la vida en las carreteras 149 personas, 39 menos que en el mismo mes de 2010.
En los 72 días de verano hubo un promedio de 5,2 fallecidos al día, ocho muertos menos que hace diez años.
Por todo, Camacho ha subrayado que la cifra de fallecidos en este verano es la más baja desde el estío de 1962 cuando fallecieron 340 personas y cuando el parque de vehículos era de 1,5 millones frente a los 32 millones actuales.
No obstante, ha asegurado que 321 fallecidos "son muchos, son aún demasiados fallecidos y por eso hay que seguir trabajando para que en años venideros se puedan presentar menos".
En total, resultaron heridas graves 1.537 personas, 159 menos que el verano pasado, lo que supone un descenso del 9,4 por ciento y muestra una tendencia a la baja desde 2003, cuando hubo 2.608 heridos graves.
Por tipos de vías, las carreteras convencionales siguen siendo este verano las que más fallecidos acumulan, con 246 personas, si bien se ha registrado una disminución del 7.9 por ciento respecto a julio y agosto de 2010.
Los fallecidos en autovías y autopistas también han descendido con respecto al pasado año, en concreto, en un 57,1 por ciento en el caso de las autopistas, con 12 muertos, y en un 6 por ciento en las autovías, con 63 fallecidos.
La distracción sigue siendo la causa principal de la mayoría de los accidentes, al estar presente en 118 siniestros (un 41,5 por ciento del total de los accidentes), seguida de la velocidad, factor concurrente en 60 siniestros y de otras infracciones, motivo de otros 65 siniestros.
El 54 por ciento de las víctimas mortales viajaban en turismos -173 fallecidos-, el 17 por ciento en motocicletas -56 muertos- y por debajo del 4,5 por ciento están los fallecidos en furgonetas o camiones, sin registrarse este verano ningún muerto en accidentes de autobús.
El 9 por ciento de los muertos fueron peatones atropellados, una cifra que "preocupa" al Ministerio del Interior.
Por tramos horarios, la franja con mayor porcentaje de fallecidos (30,2%) ha sido de 7 a 14 horas, con 97 muertos, mientras que desde la medianoche hasta las siete de la mañana fallecieron 58 personas.
En cuanto a la edad de las personas muertas, se ha registrado un descenso de las víctimas menores de 14 años (9 fallecidos) y de los mayores de 45 años, frente al incremento de la mortalidad en los jóvenes de entre 25 y 34 años, con 63 muertos.
Camacho ha destacado el "cambio" de mentalidad entre los conductores y ha resaltado la disminución de positivos por alcoholemia y el mayor uso del cinturón de seguridad y el mayor empleo del casco en los motoristas.
Además, ha subrayado que la velocidad media en autovía ha pasado de los 109 kilómetros por hora del verano pasado a 103, lo que ha provocado "un efecto importante en la siniestralidad", según Camacho que ha recordado a los tres guardias civiles fallecidos en esta operación verano.
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