Este lince muerto era un macho de al menos doce años llamado Romero y al que se le había instalado un radiotransmisor el 3 de marzo “por haberse desplazado a una zona más humanizada que la que ocupaba anteriormente”.
Las estimaciones forenses han datado la fecha de la muerte de este felino entre el 24 y el 26 de abril y las muestras tomadas en la necropsia “no han permitido aún determinar la causa última de muerte, pero se han podido descartar toda clase de traumatismos”.
“Aunque los estudios toxicológicos han sido negativos sugieren el envenenamiento como causa de muerte de ejemplar que en marzo presentaba un buen estado de salud”, añade la información el boletín del programa LIFE al que tuvo acceso Efe.
Estas fuentes añadieron que este fallecimiento “incierto” se une al de la hembra “Estepa”, que fue hallada muerta el 1 de febrero pasado en el Espacio Natural de Doñana y que “aun presentando un cuadro compatible con envenenamiento, fue imposible determinar la presencia de ningún tóxico en las muestras recogidas”.
Estos dos casos podrían ser fruto de intoxicación con productos lábiles o difíciles de detectar.
Por otro lado, sigue adelante el proyecto de Andalucía con Portugal para la conservación del lince ibérico dentro del programa LIFE.
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