Nuevo concierto de Cristian de Moret en la provincia gaditana y nuevo éxito rotundo del joven artista andaluz.
Caía la tarde en El Palmar y ante un aforo completo, sentado en sus respectivas mesas, y deseando escuchar los acordes flamencos, fusionados con diferentes estilos musicales, del onubense, comenzó un concierto que dejaría satisfechos los paladares más exigentes allí presentes.
Esta vez se decidió por arrancar su comparecencia en Gran Baba a ritmos de Guajira. Para inmediatamente después anunciar el primer solo de su fiel escudero musical, Gautama del Campo, todo un virtuoso de los instrumentos de viento, especialmente del saxofón.
Ese magnífico solo dio paso a la segunda canción de la noche, El Pañuelo, unos cantes de Málaga tocados al más puro estilo Led Zepelin, como tanto le gusta a Cristian. Este tema comenzó a despertar un especial interés en los presentes, entre los que se encontraba un notable grupo de ciudadanos de Huelva, que habían llegado a El Palmar deseosos de escuchar a su paisano. Y a fe que lo consiguieron. De Moret tuvo unas cariñosas palabras hacia ellos, en las que dejo patente el orgullo que siente de ser de esa tierra andaluza.
A partir de ahí y ya con el público entregado a la causa del nuevo flamenco, fueron sucediéndose canciones como Geometría Sagrada, unos cantes de Triana, “roquerizados” por el virtuosismo creativo de De Moret. Después llego Supernova, tema que da título a su primer, y hasta ahora, único disco en el mercado. Un fandango de Huelva encerrado dentro de un blues de los más clásico, que define a la perfección la idea musical de un artista que ha llegado, sin duda, para quedarse.
No falto el homenaje que De Moret suele hacer en sus conciertos, más si está en Cádiz, al mito y cantaor por excelencia de todos los tiempos, Camarón de la Isla, con una versión realmente sorprendente de La Leyenda del Tiempo.
El comienzo de la despedida se desarrollo a ritmos de Cumbia, para después dar un giro musical para comenzar con los bises.
Un giro hacia el Rock Californiano, siempre con los destellos de su voz indiscutiblemente flamenca, en una canción que sirvió, además de para despedirse del público y finalizar el concierto, para presentar a su banda, que realizaron solos espectaculares sacando los aplausos del público, que ya puesto en pie se había rendido al estilo que Cristian de Moret lleva por bandera, la fusión del flamenco con otras músicas.
No faltaron, en esos momentos finales, los agradecimientos. Primero al Gran Baba por apostar por la música en directo, a su manager, Alberto Cañizares por ayudarlo a dar pasos de gigante en su carrera profesional, a sus amigos “atrapados en los carriles de Caños de Meca”, a los responsables del sonido del concierto y como no, a todas las personas que se acercaron a disfrutar de su música.
La velada, tanto en los momentos previos al concierto, como después de su finalización, fue amenizada por el sonido de los vinilos que magistralmente pinchó el conocido Dj Sr. Lobezno.
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