El concierto ofrecido por Tomasito en el Chiringuito El Arenal, de El Palmar, sirvió para calentar una tarde noche que se presentaba espectacular, solo había que mirar al horizonte para ver el sol cayendo irremediablemente sobre el Océano Atlántico, dejando una luz realmente mágica, que ayudó a meter en faena a un músico especial, único y que se deja la piel en cada comparecencia, y a un público que aunque respetuoso y educado para cumplir las medidas sanitarias, no dejó de jalear al jerezano, consiguiendo, con esa actitud, que se sintiera a gusto y cómodo en un escenario que está acostumbrado a acoger a primeras figuras del panorama musical nacional.
Las canciones más representativas de la discografía de Tomasito fueron sucediéndose, en una suerte de cascada musical que iba subiendo la temperatura en un espacio, El Arenal, que estuvo a la altura de las circunstancias durante toda la velada.
Un momento especialmente simpático del concierto fue cuando Tomasito presentó la canción En La Freiduría. Tema que compuso durante una grabación con el mítico Kiko Veneno, en Sevilla, y que ya es uno de sus himnos más representativos. Canción de la que el polifacético artista andaluz contó cómo surgió la idea de escribirla y con la que el público de El Arenal entró en una especie de trance positivo. Espectáculo en estado puro.
En definitiva, un gran concierto de un gran artista. Que de pequeño bebió de las fuentes de la inmortal Lola Flores, con quien trabajó en los primeros momentos de su carrera y de la que guarda un gran recuerdo.
Sigue el verano, y por supuesto sigue la música en la provincia de Cádiz, esta vez en el Palmar, que se está convirtiendo, por meritos propios, en uno de las epicentros fundamentales de la actividad musical de esta bendita tierra.
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