Christian Valenzuela es uno de los numerosos ejemplos de deportistas locales surgidos por generación espontánea que demuestran que la calidad individual no es patrimonio exclusivo de grandes núcleos de población o de enormes presupuestos económicos. El amor al deporte lo es todo.
La maratón de Sevilla es la prueba que os marca el calendario anual a los corredores aficionados de por aquí, ¿no?
Sí, por supuesto, pero yo no tenía pensado participar porque mi objetivo es el Circuito de Sevilla de 10 km, que empieza el 24 de marzo, pero decidí echarle un cable a la organización y disfrutar de la fiesta. Mi idea era cubrir media maratón y, a medida que iba corriendo, me empecé a sentir bien puesto que los compañeros me animaban para que siguiera, en vez de yo a ellos, como estaba previsto, y terminé por hacer el maratón entero.
¿En qué consiste tu ayuda a la organización?, porque supongo que cualquiera no podría hacerlo...
–Hay que buscar a corredores que tengan una marca de tres horas y media para ir calmando a los participantes e ir marcándoles el ritmo, ya sea más rápido o más lento, para intentar ayudarles de la mejor manera. Yo tengo una mejor marca en maratón de 2h38’ e hice en Sevilla 2h 45’, casi siete minutos por encima de mi mejor tiempo. Solo tienes que hacer media maratón. Les escribí ofreciéndome y dándole mis marcas y me contestaron afirmativamente.
¿Cómo te lo montaste para estar en Berlín?
–Con un año de antelación, vi que caía en la segunda semana de septiembre, por lo que me cuadraba con las vacaciones de mi anterior trabajo. Si tenías una marca de 2h 45’ te garantizaban el dorsal, pero estos maratones son muy exclusivos y solo accedes por marca o por sorteo, que no es como aquí, que lo pagas y ya estás inscrito automáticamente. En Berlín te inscribes y entras en un sorteo. Lo planifiqué con un año de antelación y allí que nos fuimos en septiembre.
¿El maratón es la prueba que más te gusta?
– Sin duda, porque probando otras distancias es la que más me llena dentro de las carreras populares, además de tener que prepararte a fondo durante cuatro meses, uno de los aspectos más interesantes y atractivos de la carrera, y cuando llega el día de la prueba, no te digo nada, cuando llegas a la meta y ves el trabajo que has dejado atrás, aunque a veces no te salga bien, como en Berlín, pero siempre es gratificante.
¿Cuál es el maratón en el que has terminado más satisfecho?
– Por la labor que he hecho y aunque no haya hecho mi mejor marca, el de este año ha sido del que ha acabado más contento, más que nada porque cuando llegamos a meta los cinco o seis que siguieron mi ritmo me abrazaron y me dieron las gracias por haberles ayudado. Alguno me ha enviado un mensaje por redes sociales para darme las gracias. Ha sido muy reconfortante, sobre todo porque no me había preparado para ello. Otras veces he hecho tiradas de 30 km y bastantes series para afrontar el maratón. Hombre, cuando hice 2h 38’ también terminé muy feliz, pero este año ha estado muy bien por la labor realizada. No sabría decirte cuál ha sido la mejor que he hecho, la verdad.
¿En qué tipo de carreras intervendrás a partir de ahora?
–Si puedo participar este jueves en la de Chipiona, correría unos ocho kilómetros, y las que vayan saliendo. Estoy inscrito en el Circuito de Sevilla de 10 km, que son un total de cinco pruebas durante varios meses a partir del 5 de marzo y hasta el mes de octubre, finalizando en Sevilla con una carrera nocturna, y puede que vaya a finales de año a Valencia para correr la maratón, si es que puedo cuadrarlo con el trabajo.
¿Has cambiado de equipo?
–He querido dar un pasito más federándome, ya que mi anterior club es totalmente ‘amateur’ porque las fichas federativas son bastante caras y el club no podía afrontar esos gastos. Yo quería federarme por cuestiones laborales, fundamentalmente, porque si tienes alguna lesión puedes ir a una clínica privada y suele ser más rápido. Además, al estar federado, tus marcas quedan registradas oficialmente. Por diversas cuestiones, decidí cambiarme de equipo y entrar en Beiman, pero todavía corro con el C.A. Ciudad de Arcos en carreras oficiosas.
No eres el primer corredor arcense que cambia de camiseta...
–No, también lo hicieron antes Rubén y Quique. Es normal, porque por nuestra cuenta sería muy costoso, más de 100 euros, y a eso hay que añadir desplazamientos y entrenador, por lo que se hace muy cuesta arriba. Si llega un club que te puede cubrir todo eso, pues se agradece.
¿Qué te parece la explosión en Arcos de un deporte como el atletismo, con tantas carreras populares y tantos corredores de distintas edades y categorías?
–Es algo fantástico, el deporte es un gran aliado para combatir muchos problemas. A mí me ha ayudado mucho y es el momento de mayor desconexión que tienes durante el día. Sales a correr y es un momento extraordinario para liberar tensiones. Para desarrollar adecuadamente el deporte del atletismo, estaría bien tener una pista y una escuela deportiva, como hay en otras ciudades, para ir inculcando esa afición desde pequeño y que cuando se llegue a los 20 años haya verdaderos campeones, como hay en otros sitios. Al no haber una escuela de atletismo, es más complicado que haya niños que se interesen por el atletismo.
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