La franciscana hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de la Amargura no ha pasado este año por el trance del anterior, en que tuvo que regresar al templo sin poder hacer la carrera oficial. En esta ocasión, el tiempo climatológico se alió con la procesión permitiendo una espectacular salida procesional a las siete de la tarde del Lunes Santo desde la parroquia de San Francisco. La imagen, eso sí, fue la de siempre, con un atrio parroquial repleto y una calle San Francisco donde no cabía alma. Era lo que se esperaba ante la expectación que tradicionalmente despierta esta hermandad no sólo en su feligresía, sino en todo Arcos y más allá.
Sin embargo, los hermanos ya comenzaron a vivir la jornada bien temprano, pues a eso de las 10.00 horas se abrió el templo para recibir visitas, entre ellas la del alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, y parte de su equipo de Gobierno, para realizar una ofrenda floral a los sagrados titulares. Tratándose de un acto religioso, la hermandad también llevó a cabo el rezo del Ángelus junto a la hermandad del Rocío con la que comparte parroquia y hermanos. En los prolegómenos de la procesión, la hermandad también tuvo el anunciado detalle con la hermana, vestidora tantos años de María Santísima de la Amargura, Mercedes Galiana, nombrada hace apenas una semana Hija Adoptiva de Arcos por parte de la Corporación municipal. Otros detalles de la jornada pasaron por la siempre simbólica primera ‘levantá’, que este año recayó en el histórico hermano José Contreras Barrios, que así recibía la muestra de cariño de los suyos.
Ya en plena procesión, tras la aparición de la cruz de guía y los primeros hermanos de fila , apareció la imponente imagen del Señor vestido con camisa blanca, túnica de terciopelo burdeos bordada y su cíngulo de oro, dejando caer su cuerpo sobre un manto floral formado por helechos y lirios morados. Puso música a su pasión la banda de cornetas y tambores que lleva su nombre y que ya ofreciera el pasado viernes noche un precioso concierto en San Francisco.
Asimismo, destacó el notable aumento de hermanos de fila; en concreto 156 hermanos de luz, 46 de insignias y 21 de penitencia. Además, tomaron parte ocho capataces, catorce acólitos, 95 costaleros y 80 miembros de la banda de cornetas y tambores; es decir, un total de 431 personas para obra el milagro de esta procesión.
La misma expectación se dejó sentir por ver aparecer bajo el pórtico parroquial la imagen de la Amargura, como siempre bajo palio, coronada y vistiendo una bella saya verde carruaje, fajín verde, manto burdeos y toca. En su caso, el palio fue decorado con flores como lilium oriental rosa, rosas, claveles, statices, pitosporum, eucalipto y helecho de cuero. La banda de Palomares de Trebujena, que ya estrenara hace unas semanas en el teatro Olivares la nueva marcha a la hermandad titulada ‘Amargura, Reina y Madre Franciscana’, compuesta por el hermano Francisco de Jesús Hernández- puso música al paso de María por las calles de Arcos.
El itinerario vivió un momento clave al paso del cortejo por la Basílica de Santa María y plaza del Cabildo, cumpliendo así con la carrera oficial que no pudo culminar el pasado año por la lluvia. Otra curiosidad del recorrido fue la dotación de un desfibrilador que porta la hermandad para un posible caso de desfallecimiento de un costalero, nazareno e incluso de una persona del público.
La hermandad de las Tres Caídas vivió así un maravilloso y completo día en que por fin se pudo reencontrar con los arcenses de principio a fin, teniendo en cuenta la suspensión de los últimos años por la pandemia y en 2022 por la lluvia. Cabe destacar que la de este año ha sido la última procesión organizada por la junta de Gobierno que en este 2023 cumple su ciclo con el hermano mayor David Arias.
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