En un comunicado, el colectivo social lamentó el gran número de excrementos que se acumulan en los aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida, hasta el punto de tener que hacer “verdaderos ejercicios de equilibrio para sortear con suerte los excrementos de perros y si logramos no caernos, al menos no llevarnos restos en bastones, zapatos o sillas de ruedas”.
En este sentido, el colectivo lamentó que se han “mal acostumbrado” a ver “con naturalidad” que el acerado de las calles de la capital estén “cubiertas por excrementos de perro obstaculizando el paso de las personas con y sin discapacidad sin que ocurra absolutamente nada”.
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