Hay que tener en cuenta que una empresa privada va siempre a ganar dinero. Los beneficios no se van a reinvertir en el pueblo, van a bolsillos privados. Sin embargo, la empresa pública emplea sus ganancias en mejorar las infraestructuras en las que trabaja. En este caso en la de los propios municipios.
¿Podemos decir entonces que lo público por encima de lo privado?
Sí a lo público por encima de lo privado al 100 por cien. No me creo que una empresa privada vaya a reinvertir los mismos beneficios en mejoras en las localidades donde trabaje que una pública.
¿Cómo encontró la gestión del agua y los residuos cuando llegó al Ayuntamiento?
La gestión en Moguer era totalmente municipal y muy deficitaria a finales de los 70. A mí me otorgaron la Concejalía del Agua en 1979 y lo primero que hicimos fue la reagrupación de todos los vertidos. Se tuvo que hacer un nuevo depósito con fondos de Diputación. En 1983, ya como alcalde, empezamos con una planificación más fuerte en toda la red de abastecimiento, para que el pueblo estuviera sectorizado. Reunificamos los vertidos, logrando un canal común para enviarlos a la futura depuradora que estaba en marcha. Pese a todo, la gestión del servicio aún dejaba mucho que desear por lo que buscamos nuevas inversiones para mejorar la situación. Gracias a esto logramos acuerdos con la Junta de Andalucía por valor de 500 millones de pesetas, para Moguer y Mazagón.
Con ese mapa de carencias, ¿trabajar en solitario era lo más apropiado?
No, los municipios costeros teníamos unas necesidades especiales, requeríamos servicios con un personal más técnico, guardias de 24 horas, más asesoramiento, informatización y control de las nuevas tecnologías. La Junta entendía que no era válido que un Ayuntamiento solo pudiera llevar a cabo la tarea de gestión de todos estos servicios. De ahí nació la Mancomunidad de Aguas Costa de Huelva. Empezamos con convenios con la Junta alrededor de 1985. A mí me encargaron la dirección de una gestora hasta que en 1989, el 31 de marzo, se realiza la Asamblea de Concejales mediante la que se aprueban los estatutos de la Mancomunidad. Me proponen como presidente, y como tal firmo con el consejero de Obras Públicas de entonces, Jaime Montaner Roselló, un convenio por unos 7.000 millones de pesetas de los 15.000 comprometidos por la Junta. Como dato, decir que la primera Mancomunidad estuvo formada por Lepe, Isla Cristina, Ayamonte, Aljaraque, Palos y Moguer. Otro paso importante fue la creación de Giahsa, el 9 de febrero de 1991, que dio lugar al trasvase de personal de los ayuntamientos a la Mancomunidad.
¿Cómo ha sido la experiencia con Giahsa en la gestión del agua en Moguer?
En 20 años no ha habido cortes de agua en Moguer y el abastecimiento y la gestión de residuos ha ido cada vez a mejor, eso es una realidad. En mi opinión, si algo funciona políticamente no entiendo que se quiera modificar. Así ha sido hasta ahora en Moguer con el agua. La Mancomunidad abarata costes gracias a una economía de escala, se trabajaba con mejores técnicas y da unos servicios más competentes. Gracias a la tarificación unitaria todos pagamos según unos mismos criterios. Hay actuaciones que ha emprendido directamente Giahsa en Moguer, con coste cero al Ayuntamiento.Caso de un nuevo depósito de agua en Moguer, o del alcantarillado de la Urbanización Alcor y el saneamiento integral, ambos en Mazagón.
¿Qué le parece la actitud del Ayuntamiento de Moguer con respecto a la nueva Mancomunidad de Servicios?
Creo que si ellos piensan que se están haciendo las cosas mal, la forma de cambiarlo es estando dentro, a través del debate y el diálogo. De la forma en que no se logra nada es no formando parte. Por otro lado, salirse de una mancomunidad tampoco es positivo, hay que pensárselo mucho porque si se sale, luego el rescate hay que pagarlo, y puede repercutir en los ciudadanos.
Con respecto a la politización de los servicios, ¿qué opinión tiene?
Hay que resaltar que nosotros defendimos la no politización de Giahsa desde el principio. Establecimos que el Consejo de Administración lo formaran 9 personas, de ellas sólo habría 3 políticos, 3 técnicos municipales y 3 técnicos a propuesta de las administraciones competentes. Lo peor que se puede hacer con el agua es politizarla, es un servicio y los ciudadanos no tienen que pagar las discrepancias políticas.
En Moguer la cesión del agua parece querer darse por un tiempo superior al de la legislatura. ¿Cree que es lo más correcto?
En mi opinión no, más bien es un problema. La empresa privada se hace cargo por un tiempo, hipotecando al Consistorio sin dejarle opción a que elija otra alternativa. Esto supone atar al Ayuntamiento de pies y manos. Bien está que esto se decida para una legislatura, pero no más.
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