Dentro de la exposición del fotógrafo, que actualmente cuenta con 103 años de edad y que es el responsable de la primera mirada moderna en la historia de la fotografía de su país, destaca su emblemática serie Buenos Aires, encargada a Coppola en 1936 por la municipalidad de la capital Argentina para conmemorar los 400 años de la fundación de la ciudad.
La retrospectiva, compuesta por 59 fotografías tomadas por el artista entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado y cuatro cortometrajes, revela la vocación moderna de Horacio Coppola, que desde un primer momento hizo de la fotografía un lenguaje artístico autónomo que se desarrolla a través de la geometría, la abstracción y las arquitecturas urbanas.
En la serie Buenos Aires, el artista recorre, registra y retrata el paisaje urbano con una mirada sorprendida y cotidiana. Coppola muestra un Buenos Aires europeizante y cosmopolita, en el que el gran personaje es la propia ciudad, con sus habitantes, sus luces de noche, las grandes tiendas, calles y lugares muy reconocibles para el observador. Cada una de las imágenes es una obra de arte en sí misma.
También se incluyen algunos trabajos de su viaje a Europa, realizados en la primera década de los treinta, entre ellos su homenaje al cubismo en sintonía con las vanguardias artísticas internacionales. Su paso por la Bauhaus de Berlín en una época inmersa en plena expansión vanguardista, resulta decisivo en su vida: en Alemania realiza el film Traum. Asimismo, en Francia documenta y filma Un dique del Sena y en Londres produce su primer documental A Sunday in Hampstead Heath.
Desde ayer, ya puede verse en el Castillo de Santa Catalina buena parte de Coppola, que se define como “infatigable observador del mundo”.
‘Buenos Aires’, una serie importante
Dentro de su gran obra, destaca la serie Buenos Aires, encargada al fotógrafo en 1936 por la municipalidad de la capital Argentina para conmemorar los 400 años de la fundación de la ciudad.
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