mejor y de lo peor.
Y no hay mejor manera de alejar los espíritus y los malos augurios que con buen juego y una victoria como los conseguidos ante el filial sevillista por 2 a 0. Un triunfo además, balsámico, ya que hacía bastante tiempo que el cuadro racinguista necesitaba darle una alegría a su afición y reconciliarse con ella.
Ahora las cosas se ven diferentes y toda la plantilla al completo, viajen o no mañana, tendrán en mente el firme propósito de conseguir los tres puntos. Sería la quinta victoria de la temporada y tercera a domicilio.
No será un campo demasiado complicado el estadio del Guadalquivir, ya que de los seis partidos que ha jugado el Coria como local, ha ganado tres (ante Murallas de Ceuta, Algeciras y Córdoba B) y ha caído otros tres (ante Los Palacios, Pozoblanco y Ayamonte). Los corianos han sumado un total de nueve puntos como anfitriones, anotando ocho goles y encajando seis. Gran cantidad de ellos los recibió en su último partido casero, donde cayó ante el potente Ayamonte por 0 a 3. Lo que unido a su última derrota en Marinaleda, ha puesto a su entrenador Juan Carlos Álvarez, en la cuerda floja, tras acumular su tercera derrota consecutiva.
En cambio, los racinguistas llegan con un punto más en la clasificación que los sevillanos y con la moral por las nubes tras recuperar su mejor versión, como visitantes han demostrado sus credenciales en Ceuta ante el Murallas y ante el filial recreativista.
El conjunto de Javier Manzano ha cosechado dos dolorosas derrotas en sus dos últimas visitas ante el Sanluqueño y la Balona, por lo que intentarán romper la racha y dar un salto en la tabla.
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