Estas intervenciones se llevan a cabo en las unidades de cirugía menor ambulatoria de los centros de salud, que cuentan con instalaciones especialmente habilitadas para esta actividad quirúrgica o bien disponen las salas de curas para tal fin. Estas operaciones pueden estar coordinadas por el médico de familia y la enfermera, o sólo por la enfermera; en este sentido, los profesionales que se encargan de esta tarea reciben la formación necesaria y son asesorados en ese proceso de aprendizaje por cirujanos.
Entre estos procesos asistenciales se encuentran el tratamiento de uñas encarnadas, la extirpación de pequeños fibromas, los quistes sebáceos, los papilomas o las verrugas, el drenaje de abscesos, la limpieza, desbridamiento y sutura de heridas, o la extracción de cuerpos extraños en las heridas.
Las técnicas más utilizadas son la exéresis quirúrgica -incisión en la piel para retirar tejido y que precisa de un par de puntos de sutura- y la crioterapia -aplicación de frío sobre la piel, que produce una destrucción local de tejido de forma eficaz y controlada-. Este servicio también incluye infiltraciones de articulaciones y tejidos blandos por problemas osteoarticulares, como tendinitis o dolores articulares.
De las 1.642 intervenciones llevadas a cabo de enero a agosto de este año en los centros del Distrito Sierra, 335 fueron de abscesos; 447 de verrugas; 256 de fibromas, papilomas y quistes epidérmicos; 34 de nevus; 530 de lipomas, desbridamientos de heridas, extracciones de cuerpos extraños subcutáneos y en la piel e infiltraciones; y 40 de otro tipo.
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