Fanny Rubio es doctora en Filología Románica y en la actualidad es profesora Titular de Literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Además es autora de varios libros de poesía como Retracciones o Reverso y también ha escrito narrativa como la novela A Madrid por Capricho.
Madrid, precisamente fue el eje central de su ponencia. Rubio empezó su conferencia asegurando que “es muy difícil definir una ciudad porque cada individuo tiene una visión diferente de la misma ciudad”.
La autora en su disertación enfrentó la ciudad natal, la de la infancia, con la ciudad mortal, que es la ciudad que uno elige. “Si uno va a Madrid puede encontrar muchos paisajes distintos y si mira bien puede encontrar hasta el mar desde los tejados negros del sur de Madrid. Desde el centro de la ciudad, y a ciertas horas, Madrid parece una ciudad africana como Fé”.
Rubio hizo un viaje por la ciudad, a través de la literatura, pasando por el Madrid conflictivo de Larra, “el cementerio del que habla Dámaso Alonso” o el “Madrid pueblerino” de Francisco Umbral. Tampoco se olvidó de la ciudad periférica, que alberga la pobreza “otras veces Madrid representa la ciudad del cielo, la que se sueña y muchas veces es la ciudad subterráneo de ese inframundo de las postguerras que produce dolor”.
En opinión de la conferenciante “muchas veces es la mirada del periférico la que se impone, la mirada del que viene de fuera y la descubre. Vemos como se abre el organismo de la ciudad que empieza en Callao y termina en la Castellana, que es ese ángulo que pasa por el Café Gijón. Esos lugares altos de la urbe o esos lugares bajos, modernos de la Castellana, la parte francesa y a veces neoyorquina. En ese sentido el periférico la ama como ciudad conquistada y tiene un hueco. Creo que la mirada de Umbral es de las más recientes en la que aparece el hueco del poeta en una ciudad grande, en la ciudad de los cafés literarios y de los nombres propios, en la ciudad del poder autoritario en política pero también la ciudad de la libertad, de la vida nocturna”
También habló de la ciudad marginal, “la de aquellos que llegan, es una mirada que ahora se está haciendo en Madrid, la del mestizaje pero también es la ciudad del diálogo de culturas pero no desde el sentido ingenuo sino desde el sentido creativo”.
Por último, se detuvo en la perspectiva del sur porque “tiene también su belleza”. En este sentido leyó un fragmento del cuento Verticalidad en que puso de manifiesto que “en el fondo cada calle tiene su razón de ser tanto las céntricas, las más elegantes, como las tétricas o la parte menos vistosa pero muy ricas cotidianamente hablando y en ese sentido creo que Madrid responde a nuestras expectativas como mirones”.
”El paisaje es el mejor espejo para escribir una historia”
El escritor y periodista leonés, Julio Llamazares, fue el segundo en tomar la palabra y no decepcionó. Llamazares ilustró la importancia del paisaje en la literatura y en la vida y el olvido del paisaje por parte de los españoles en una conferencia denominada El Paisaje materno. El autor leyó tres relatos denominados El paisaje materno, que da nombre a la ponencia, El español y el paisaje y El paisaje del alma.
Con su relato El paisaje materno, el escritor mostró “ese paisaje en el que aprendimos a mirar el mundo, cada persona tiene el suyo, igual que tenemos un idioma materno, con el que aprendimos a nombrar las cosas y que será el idioma en el que mejor nos expresaremos siempre por más que aprendamos otros. De la misma manera, el paisaje materno es ése q ue ha conformado nuestra identidad y por lo tanto nos reflejaremos y nos expresaremos mejor a través de ese paisaje que con cualquier otro, aunque sea más bello o más exótico. Es decir, el que nació y se crió viendo el paisaje de Jerez, pues va a tener una sensibilidad diferente al que se crió en La Mancha, en el País Vasco o cualquier otro lugar”.
Para apoyar su teoría mencionó a Álvaro Cunqueiro en Galicia, Miguel Delibes en Castilla o Caballero Bonald en Cádiz. Sin olvidar, por supuesto, el Quijote de Cervantes. El leonés dijo que “son escritores que han construido casi toda su obra a partir de un determinado paisaje y lo que la gente tiene que darse cuenta es que cualquier paisaje sirve para transmitir. Lo que hace a una obra universal o no es la trascendencia y la dimensión de los personajes y de la historia que se cuenta, no el lugar donde los sitúe”.
A través de El español y el paisaje, Llamazares puso de manifiesto que los españoles no amamos el paisaje y lo maltratamos “hay un desprecio del paisajismo por parte del español, como lo desmuestran las muchas obras que se hacen cada día”.
Para finalizar, el autor habló de El paisaje del alma y argumentó que “el paisaje es el mejor espejo para contar una historia”.
Viajes literarios
La sesión de mañana la cerró un encuentro con tres grandes de la literatura; Juan José Armas Marcelo, Fernando Rodríguez de la Fuente y José Esteban. El viaje como género literario fue la excusa de este encuentro que comenzó Armas Marcelo para asegurar que “la vida no es un destino sino un viaje”.
El escritor mencionó el poder de los libros para llevarnos a otros parajes y el poder que tiene el viajar a la hora de escribir un libro. “Mis viajes me han llevado a escribir muchas historias”.
Por su parte, Fernando Rodriguez de la Fuente habló de la capacidad que tiene los libros de viajes de crear tópicos “ de España se ha tenido una visisón folklórica desde hace siglos”.
Por otra parte, el autor señaló que el viajar hace a los hombres discretos “como dijo Cervantes al comienzo de Persiles. Yo he tenido la fortuna de viajar mucho a Argentina y Méxixo”.
José Esteban expuso que en su opinión “hay dos tipos de viajes: los literarios que firman los escritores y otro tipo de viaje, porque la gente cuando viaja quiere contar su viaje y existe un impulso de contar lo que ha visto y hay muchísimos libros que son de gente aficionada. A mí los que me interesan son los primeros”
El congreso rinde homenaje a Castilla del Pino
La jornada vespertina del XI Congreso de la Fundación Caballero Bonald comenzó con el Aula de Debate de “textos poéticos comentados”, a cargo del filólogo, poeta, traductor y ensayista, Luis Alberto de Cuenca.
De Cuenca hizo una primera reflexión sobre la temática de fondo del congreso la relación entre literatura y naturaleza y dijo que “la naturaleza es la base de todo y se refleja en la literatura”.
La parte central de la tarde consistió en un recordatorio, en formato de mesa redonda, al desaparecido psiquiatra y ensayista de San Roque, Carlos Castilla del Pino. Un homenaje más que justificado ya que fue miembro del Consejo de Redacción de la revista Campo de Agramante y del Consejo Asesor de la Fundación Caballero Bonald.
El escritor jerezano dijo sobre Castilla del Pino que “fue amigo personal, viejo y muy querido, y quería que en este Congreso tuviéramos un recuerdo para él, haciendo hincapié en su personalidad compleja, su dedicación a la literatura, su dedicación científica a la psiquiatría y el pensamiento moral en todos los aspectos de su vida. Lo conocí en una de aquellas reuniones clandestinas antifranquistas en Córdoba, a principio de los años 60”.
Vargas LLosa e Ian Gibson despiden esta edición del Congreso
El XI Congreso Fundación Caballero Bonald llega hoy a su fin con un invitado de excepción; Mario Vargas Llosa. El escritor peruano estará hoy en la ciudad para recoger el Premio Internacional de Ensayo ‘Caballero Bonald’ 2008 por su libro El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti.
La obra premiada, publicada por la editorial Alfaguara, es un elaborado estudio sobre la obra del escritor uruguayo, Juan Carlos Onetti, uno de los más relevantes autores en español del siglo XX, y cuyo centenario se cumple precisamente este año.
La ceremonia de entrega contará con la presencia de José Manuel Caballero Bonald y la delegada municipal de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso.
La obra de Mario Vargas Llosa es de sobra conocida. El autor comenzó a obtener notoriedad con la publicación de La ciudad y los perros, que fue Premio Biblioteca Breve de 1962 y Premio de la Crítica en 1963. En 1965 apareció su segunda novela, La casa verde, que consiguió el Premio de la Crítica y el Premio Internacional Rómulo Gallegos.
En este sentido, el Ayuntamiento jerezano anunció que va a dedicar una calle al insigne escritor. La Junta de Gobierno Local aprobará esta propuesta coincidiendo con su visita a la ciudad.
Vargas Llosa asistió anoche a una cena con distintas personalidades relevantes de la ciudad, entre ellos la alcaldesa, Pilar Sánchez.
Otro momento importante en el congreso será la conferencia de clausura, a cargo de Ian Gibson, que hablará sobre La llamada de los ánsares. Reflexiones sobre las aves y la literatura, esta tarde. Antes se presentará el nº12 de la revista Campo de Agramante, acto en el que intervendrán Juan Lamillar, Jesús Fernández Palacios y Josefa Parra.
La jornada, que cierra el congreso, la abrirán el catedrático en Teoría de la Literatura,Ricardo Senabre, y el catedrático de Geografía Humana y ex consejero andaluz de Cultura y Medio Ambiente, Juan Manuel Suárez Japón, que ofrecerán un análisis profundo sobre El paisaje y la naturaleza como argumento literario en la obra de Caballero Bonald.
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