La campaña electoral es ya un hecho con el que la población tendrá que convivir desde hoy hasta el próximo 24 de mayo, porque el 25 es jornada de reflexión y el 26 la cita en las urnas. Las calles se inundan de carteles que anuncian y recuerdan las personas que tendrán oportunidad de gobernar el municipio al menos durante cuatro años. El barroquismo de la cartelería sobre los encalados barrancos, por donde hace apenas unas semanas paseaban cristos y vírgenes en plena Semana Santa, es ahora un vergel de papel multicolor. La campaña electoral ya está aquí, y como artífices siete partidos políticos que tuvieron ocasión la noche del jueves de citarse en el lugar para la simbólica pegada de carteles.
Seis de los partidos fueron arrimando sus grupos humanos a la calle Corredera, porque VOX, para dar la nota, faltó a la cita. Cabe recordar que el partido de Antonio Palomar no es muy amigo de las fórmulas tradicionales de propaganda… Cada uno de ellos se apostó en el lugar que le correspondía en un entonces inmaculado barranco, que pasadas las doce cambió su fisonomía como de la noche a la mañana.
El protagonismo, claro está, fue de los candidatos. Desde Ciudadanos, Sonia Álvarez se mostraba convencida de un cambio político en Arcos a partir del 26 de mayo. La única candidata de estas elecciones estuvo arropada por su compañero delegado territorial de Turismo y Justicia, Miguel Rodríguez. Mientras tanto, el alcaldable de Andalucía Por Sí, José Antonio Saborido, prometía “darlo todo” y luchar para tener representación en el Pleno, no sin dejar de llamar “arcaicos” al resto de partidos políticos y dibujar un Arcos “en la UCI”.
Desde la coalición Adelante Arcos (Podemos e Izquierda Unida) su candidato, José Luis Hueso, señaló que su objetivo no va más allá de ayudar a la población en la resolución de sus problemas, y describir una ciudad “agotada desde hace años”. El alcaldable de Ai-Pro, Leopoldo Pérez, esperó que los arcenses valoren su programa electoral y agradeció que sus compañeros le hayan dado la oportunidad de estar “en primera línea”.
El PP llegó al lugar con un nutrido grupo para apoyar al candidato, Domingo González, quien se hizo acompañar por la delegada del Gobierno andaluz en la provincia, Ana Mestre, en lo que se puede considerar como un claro respaldo de la dirección provincial del partido y de la Junta al municipio. El PSOE, con igualmente un importante grupo humano, defendió su trabajo “responsable” en el Ayuntamiento durante los últimos cuatro años como tarjeta de presentación electoral, para prometer una campaña explicativa de su programa y sin entrar en descalificaciones y juego sucio.
Cada candidato tuvo ocasión de pegar su propio cartel electoral, en un gesto tan tradicional como hedonista.
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