Andalucía

Las medallas del cambio... y de los empresarios y los colectivos

Los primeros galardones del nuevo Gobierno de la Junta se convierten en un homenaje al empresariado y a grupos profesionales que dejan huella en Andalucía

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Las primeras medallas de Andalucía que ha entregado el nuevo Gobierno, el del cambio que tanto pregonan PP y Cs, supusieron efectivamente más de un cambio sobre las tablas del Teatro de la Maestranza. Para empezar, porque el momento musical no se reservó sólo para el cierre del acto con el himno al que puso voz Pastora Soler, sino que ya de partida la ceremonia arrancó movidita con la comparsa ‘Antología de los cleriguillos’, que subió para hacer los honores a uno de los galardonados, Antonio Martín, santo y seña del Carnaval gaditano.

Cantaba la comparsa a esa Andalucía “a la que roban el pan harta de trabajar en sus campos de trigo”, una forma de empezar que podía entenderse reivindicativa. Recogió luego el guante en su discurso Francisco Martínez-Cosentino, hijo predilecto, que dejaba una de las frases de la jornada: “No hay mejor modo de ser patriota que invertir en tu tierra”. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, puso su granito de arena robándole al propio Antonio Martín aquellos versos de que “en Cádiz no hay que morir, hay que currar y vivir”. “Eso queremos para Andalucía”, apostilló Moreno.

Un presentador con estilo propio

Con un conductor de la gala, el periodista Domi del Postigo, con un estilo que de manera diplomática podría describirse como muy personal (las redes sociales pusieron el grito en el cielo, pero eso es casi inevitable en este tipo de actos), si algo llamó la atención es que se entregaban unos reconocimientos muy colectivos (Guardia Civil, Cáritas, personal de Doñana, equipo de rescate de Julen en Totalán…) y bien que se notó sobre el escenario. En algunos momentos, no cabía un alfiler de tanta gente que subió a tocar un cachito de su bien merecida medalla.

Otra novedad fue que Francisco Martínez-Cosentino, empresario fundador y presidente del Grupo Cosentino y único de los galardonados que tomó la palabra, no hizo una glosa del resto de premiados, como marcaba hasta este 28-F la tradición. En su lugar, hizo un recorrido por su trayectoria vital que sirvió como ejemplo de lo que necesita esta tierra. “Me doy cuenta de que rara vez un empresario alcanza tan alta distinción, me llena de responsabilidad por representar a los empresarios, uno de los principales motores de una sociedad moderna”, de ahí que se dirigiera directamente a ellos para pedirles “seguid adelante”.

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Tres veces arruinado

Hoy al frente de un conglomerado que es santo y seña empresarial de Andalucía, con 4.500 empleados y exportando a 114 países, Martínez-Cosentino recordaba que “en el camino me he arruinado tres veces”. De hecho, en 1992 recibió la medalla de plata de la Junta y días después, “por la falta de apoyo financiero”, la compañía quedó “al borde de la quiebra”. “Esto es un recuerdo y un ejemplo de lo que es la vida de los empresarios”, resumía.

“No hay mejor modo de ser patriota que invertir en tu tierra”, dejó como gran reflexión, animando así a los empresarios a “crear empleo, bienestar social y progreso”, una tarea en la que le tienen que ayudar los políticos allanando caminos y mejorando las condiciones. El futuro, dijo, es apostar por la formación de los jóvenes, que tienen que aplicarse aquello de “quien bien te quiere, te exigirá”, pero también “necesitamos infraestructuras, la conexión ferroviaria del Corredor Mediterráneo, terminar la red de carreteras, afrontar el reto del agua (del que dependen los sectores agrícola, turístico e industrial) y reformar profundamente el funcionamiento de la Administración pública”, una Junta a la que dejó otro recadito: “Qué gran responsabilidad, cinco millones de parados”. “Como sociedad”, insistió, “nos toca en estos momentos modernizar y hacer más eficiente nuestra Administración: formación, infraestructuras y Administración eficiente son la clave”.

El turno del presidente

No por alusiones, sino porque le tocaba cerrar el acto, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tomó la palabra para resaltar que la ceremonia servía “para homenajear el talento andaluz”, se acordó de los que viven fuera de Andalucía (y también de los que celebraron el día en la playa) y hasta tuvo palabras para felicitar a la RTVA por su 30 aniversario. Luego desgranó los valores de cada uno de los galardonados, empezando por los que se llevaron la mayor ovación como fueron los integrantes de la Brigada Central de Salvamento Minero, que vinieron “a jugarse la vida” en los que se personalizó “la movilización de toda una sociedad que sintió que Julen [el pequeño que murió al caer en un pozo en la localidad malagueña de Totalán] era el hijo de todos y cada uno de nosotros”.

 

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Esta Brigada, la IV Zona de la Guardia Civil y Cáritas Andalucía (otras dos de las instituciones reconocidas), son “la España real en la que la mayoría queremos vivir”, subrayó Moreno. Una España, lamentó, a la que algunos quieren ahora dividir, de ahí que recordase como gran legado del 28-F “la reivindicación de la igualdad, tenemos que defender ahora esa voz que alzamos entonces para no retroceder en aspectos básicos”.

Retos y reivindicaciones

Y dentro de esa España, una “Andalucía que no debe permanecer a la expectativa, sino que debe de estar a la vanguardia”. Tenemos que ganarnos el futuro, remachó, y para ello “el primero de los desafíos sin lugar a dudas es el empleo”, para lo que su Gobierno del cambio apuesta por “una fiscalidad adecuada, la gestión eficiente de los recursos y un sistema de financiación justo y equilibrado”. “Cada empleo es un ladrillo que sustenta una sociedad más libre, más justa, y también más competitiva y más capaz de garantizar una amplia red de servicios públicos”, continuó.

Aunque es verdad que el envejecimiento llama a la puerta de algunas zonas, “Andalucía posee el enorme tesoro de una población joven”. Los jóvenes demasiadas veces ven lejano el 28-F, advirtió, por ello “es importante transmitir el orgullo de lo que hicieron nuestros mayores, pero más importante aún es transmitirles la ilusión por construir juntos”. “El 28-F no es una historia antigua, sino el símbolo de nuestro orgullo por ser andaluces y de nuestra firme decisión colectiva de hacer una Andalucía cada vez mejor”, de ahí que terminase con que “todos estamos convocados al inmenso honor de mejorar Andalucía”, para lo que abogó por “unir sin complejos voluntades, con diálogo, dejando atrás lo que nos separa”.

Con un recuerdo al recientemente fallecido dramaturgo Salvador Távora (“mi teatro no hace andalucismo, mi teatro hace Andalucía”) terminó Moreno, al que siguió la interpretación del himno andaluz por una Pastora Soler que antes había recibido entre lágrimas la medalla de Andalucía. La acompañaron en la foto de familia Francisco Martínez-Cosentino como hijo predilecto y la familia del otro hijo predilecto, a título póstumo, José Luis García Palacios, además de la empresa Biosabor, el autor del Carnaval de Cádiz Antonio Martín García, la Fundación Aguilar y Eslava de Cabra, el músico y director de orquesta Pablo Heras-Casado, la actriz Inma Cuesta, Cáritas regional y el Instituto de Biomedicina de Sevilla. Junto a ellos, tres medallas que abarrotaron hasta los topes el escenario (el colectivo de trabajadores del Espacio Natural de Doñana, la Brigada Central de Salvamento Minero y la IV Zona de la Guardia Civil), una muestra más de que estos galardones eran los del cambio, pero también los de la colectividad.

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