Alejandro Merello
Bueno, ¿pues qué quieren que les diga? Por fechas puede que corresponda realizar balance del pasado año, pero, como dice el refrán: “agua pasada no mueve molino”. El refranero español es bastante sabio y en esta ocasión, me empuja a desechar el pasado y mirar hacia adelante. Sinceramente, lo que para mí fue significativo políticamente hablando en el 2018, me supondría hacer referencia a personas sobre las cuales no quiero invertir tiempo alguno.
No me malinterpreten, no es porque no se lo merezcan, ¡hasta los más viles personajes copan titulares! No, más bien es un ejercicio de menosprecio para aquellos que considero faltos de valores. Algunos capaces de anteponer el interés personal y otros la falsa ideología, sin reparar en el mal que causan o están dispuestos a causar, no porque no se haga, sino porque lo consideran un daño asumible.
Así que, para adelante, como los de Alicante. Aunque los valencianos no son precisamente ejemplo de avance en estos tiempos… Ahora nos toca avanzar a los andaluces. Sin complejos, sin miedos, con paso firme. En el Imperio Romano eracostumbre durante los paseos triunfales de los generales a su vuelta a Roma tras una contienda, que un siervo les escoltase con el único propósito de recordarle que era mortal y que su gloria no estaba por encima de las limitaciones del imperio que lo aclamaba: “memento mori (recuerda que morirás)”.
Esos paseos triunfales que permitían al siervo acercar su condición a la del amo, se asemejan bastante a la situación que tanto Ciudadanos como Populares viven en su recorrido a San Telmo. Parece que la servidumbre en la que pretendían colocar a los doce parlamentarios de VOX se les vuelve incómoda, y estos pasan de ser un mero conductor de la cuadriga a Pepito Grillo que constantemente les recuerda que son mortales y que su llegada a San Telmo no ha sido cosa de dos. Verán, no entro en consideraciones ideológicas, me dedico a exponer lo que considero una realidad: Necesitamos un cambio al frente de nuestra comunidad y ahora es posible sólo en un sentido, probémoslo.
Que no nos de miedo volver esta estructura creada hace casi cuarenta años del revés. Dejemos caer sin vacilación, sin falsos sentimentalismos, lo que durante años se ha mantenido.
Ya tenemos al que apunta con la daga a los generales de Ciudadanos y del Partido Popular, así que ya saben: que miren a quien tienen detrás y que no olviden que son mortales… memento mori.
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