Si ahora el peligro era, por así decirlo, casi aislado, puesto que no eran grandes cantidades de peatones los que tenían que buscar un espacio para poder llegar desde el cementerio hasta la plaza Juan de Austria o el colegio Cristóbal Colón, ahora serán muchos, y entre ellos menores de edad, los que tendrán que buscar esa alternativa, ligada en todo momento a la falta de protección existente.
La excusa en este caso no puede ser que no consten denuncias formales, porque si no las hay, es obvio que esta obra no cuenta con los parámetros de seguridad requeridos, ya que se trata de unos trabajos que impiden el paso por la antigua vía del tren a mucha gente que la utilizaba para desplazarse, y que ahora tiene que cruzar, por un maltrecho paso de peatones que apenas se ve, a pesar de que se ha repintado en varias ocasiones, hasta el bar Transporte, y de ahí tomar, por donde la hay, una pequeña acera, y en los lugares donde no, aventurarse nuevamente al buen hacer de los conductores.
Esta avenida es muy transitada, ya que es una de las principales arterias que conducen a los que entran por la ciudad o bien a los residentes de la Zona Norte con la Zona Sur, Centro o Costa Oeste.
Son muchos los vehículos que pasan por la misma a lo largo del día, por lo que la seguridad debería extremarse, pero en este punto no se tiene en cuenta ni mucho menos se ofrecen medidas preventivas.
El Ayuntamiento sigue sin hacer caso al grito desesperado de muchas personas que, como no podía ser de otra manera, quieren una solución urgente, puesto que son obras de gran calado que no van a finalizar con tanta rapidez como otras tantas. Entienden los usuarios de esta vía que es un despropósito por parte del Ayuntamiento no dar una solución, puesto que si ocurre algún accidente, será exclusivamente el Ayuntamiento el responsable de lo que pase.
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