Que los referéndums los carga el diablo es cosa comprobada. Tres ejemplos de mil. Les costó sus respectivos cargos al general y presidente de la República Francesa, Charles de Gaulle, en uno sobre la regionalización de Francia, a David Cameron en el Reino Unido, cuando consultó por el Brexit, y a Matteo Renzi, en Italia, líder del Partido Democrático y presidente del gobierno italiano, en una consulta para aumentar sus poderes y reformar el Senado. Lo de Andalucía no es un referéndum, pero la oposición al completo trata de convertirlo en ello. Intentan que las elecciones se transformen en un referéndum sobre la permanencia de los socialistas en el poder en Andalucita –solos o en coalición- desde 1982. Pretenden ganar el apoyo de los electores con una campaña que es algo así como un coral “Ya está bueno lo bueno” y da igual que sean partidos de derechas o de izquierdas. La cantinela es la misma. Distinto es que se postulen soluciones a la derecha o a la izquierda como alternativa al largo mandato de los socialistas. En el cometido que se ha propuesto la oposición se están cometiendo exageraciones sin cuento. No de otra forma se puede entender lo que el candidato de Ciudadanos Juan Marín ha manifestado sobre que la estancia de los socialistas durante 40 años ¡faltan cuatro años aún! es una dictadura. Aceptan con esa frase los mensajes del voto cautivo, de andalufobia de los partidos madrileñistas, de los discursos equivocados de la derecha que tantos disgustos electorales les ha proporcionado en Andalucía. Pablo Casado, presidente del PP, ha logrado el estrambote retórico diciendo, sin cortarse un pelo, que en las listas andaluzas del PSOE van Torra, Puigdemont y Otegui. Es difícil con este hombre subir las apuestas. Teresa Rodríguez se niega a colaborar con Susana Díaz porque no olvida los rifirrafes parlamentarios continuos y le parece traicionar su trayectoria moverse un centímetro de esas posiciones. No se conoce el resultado, se sabrán el 2 de diciembre por la noche. Ese día empezará otra historia. ¿Habrá pacto? ¿Empezará con el reparto de la Mesa del Parlamento? ¿Cuál de los bloques se impondrá? Parece bastante seguro que no habrá una alternativa de gobierno que no pase por la articulación que haga el PSOE…con quién esté dispuesto a formar una nueva o vieja mayoría. Con Ciudadanos o con Adelante Andalucía.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
