En poco más de un mes, el próximo 22 de noviembre, los vecinos del centro histórico volverán a manifestarse por las calles de este entorno para concienciar y sensibilizar a la ciudadanía sobre el estado de abandono que acusa este enclave, caracterizado por un extenso patrimonio histórico que lleva décadas en ruina. Con esta será la tercera movilización de la asociación de vecinos, que en esta edición va a poner el foco en la necesidad de poner en marcha medidas urgentes contra la despoblación que afecta a esta zona. Su reivindicación no es nueva ni mucho menos, pues ha acompañado prácticamente desde los inicios a este colectivo cuando se reactivó hace ya casi una década. Su lucha ha sido en vano y a los hechos se remiten: las últimos cifras oficiales que manejan apuntan a un descenso en el número de habitantes en el corazón de Intramuros.
En concreto, los últimos datos extraídos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía situaban a poco más de 800 habitantes empadronados en el centro histórico. Un balance que ha ido a menos a lo largo de este último año, siguiendo la tendencia negativa, según advierte el presidente del colectivo vecinal, Alejandro González, que cree que las administraciones, y especialmente el Ayuntamiento, tienen mucho que ver con esta realidad por no poner en marcha medidas que animen a jerezanos y no jerezanos a apostar por el centro histórico para vivir. En 2015, coincidiendo con la llegada del PSOE al Ayuntamiento de Jerez, el colectivo vecinal le entregó al delegado municipal de Urbanismo, Francisco Camas, un documento con una serie de medidas “de aplicación inmediata” destinadas a engordar el censo de habitantes en Intramuros.
“No costaba ni dinero, era un asunto más de voluntad, pero no se ha hecho absolutamente nada, y mientras se sigan dando licencias de obras para hacer 180 viviendas en San José Obrero o en El Pelirón y para el centro histórico se hable sólo de apartamentos turísticos, la gente no se va a venir”, lamenta González, que asegura que le consta que “hay gente decidida a vivir en el centro histórico y otras que se lo están pensando”. Entre estas propuestas planteadas, estaba la reactivación del registro de solares, incentivos para los planes de rehabilitación si se acometían en dos o menos años, gestionar ante la Junta subvenciones de las catas arqueológicas, bonificaciones en el IBI -mucho más caro que en la periferia y otros puntos de Jerez- u otros conceptos que viene aparejados en la rehabilitación de las viviendas...en definitiva, planes urgentes para el centro histórico.
“Al Ayuntamiento no le cuesta nada que uno de sus arquitectos se dedique a proyectos de rehabilitación de viviendas en el centro, ni tampoco hablar con la Junta para buscar ayudas. Estamos pagando unos impuestos más caros para una zona con menos servicios”, señala. Para empezar a predicar con el ejemplo, González cree que el Gobierno local podría empezar por recuperar viviendas de propiedad municipal como las situadas en la calle Barranco, Plaza Belén o otras de la zona, “sacarlas a la luz” y ver en qué estado están. Lamenta además que el diagnóstico del 2014 de Intramuros encargado por el Ayuntamiento no se haya traducido en intervención alguna en estos años.
Una protesta para crear conciencia
González asegura que todos los partidos de la oposición, aparte del Ayuntamiento, están al tanto de la necesidad de poner en marcha un plan de repoblación, por lo que lanza aviso para navegantes a los que acudan a la protesta, que suelen ser todos menos el PSOE. “Si vienen a esta manifestación, que es apolítica, se entiende que si salen elegidos deberán hacer un plan de repoblación para el centro. “Lo ideal es que vengan todos los partidos, la manifestación no es una reivindicación contra nadie”.
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