La presidenta de la Junta, Susana Díaz, encara un nuevo frente relacionado con la corrupción en vísperas electorales. Su posible citación para que declare en la comisión de investigación del Senado sobre presunta financiación ilegal de los partidos supone otra vuelta de tuerca en la presión que el caso ERE pueda tener sobre la decisión de Susana Díaz de convocar las elecciones andaluzas antes de tiempo.
Díaz lleva ya semanas instalada en que la legislatura se encuentra en su "recta final", sea cual sea la fecha de las elecciones. Y este mismo miércoles reconocía que "el debate" sobre un posible adelanto electoral existe. Pero es sólo ella la que puede mover esa ficha.
La oposición da por hecho que el adelanto se va a producir. A Susana Díaz le quedan apenas diez días para disolver el Parlamento y convocar elecciones con la garantía de poder constituir la nueva Cámara antes del parón navideño. Sólo hay dos fechas posibles para ello, el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, para lo que debería convocar los comicios este lunes próximo o el siguiente, para que la convocatoria electoral se publique el martes en el BOJA.
Ante este previsible panorama, el PP también ha movido su ficha en el tablero electoral y ha solicitado la comparecencia de Díaz ante la comisión de investigación del Senado, que se produciría el jueves 8 de noviembre. La decisión ha de tomarse el 11 de octubre, lo que ocurrirá después de que Susana Díaz haya fijado la fecha de las elecciones, si es que finalmente se produce el adelanto electoral.
La intención del PP es, obviamente, que Díaz se enfrente a preguntas que insinúen la relación del caso ERE con una supuesta financiación ilegal del PSOE en Andalucía en víspera de una campaña electoral. De hecho, si las elecciones fueran a celebrarse el 25 de noviembre, la campaña electoral comenzaría justo el día 8 por la noche. Y si fueran el 2 de diciembre, sólo una semana más tarde.
Todos los partidos, salvo el PSOE, obviamente, se han mostrado a favor de hacer cumplir a la presidenta de la Junta y candidata del PSOE en las próximas elecciones autonómicas la pena de telediario que supondrá su comparecencia ante la comisión de investigación del Senado.
El portavoz del PSOE en el Senado, Ánder Gil, confirmó ayer que Díaz comparecerá ante la comisión de investigación, porque no tiene "nada que ocultar", aunque consideró que la estrategia del PP de "disparar contra todo lo que se mueve" es "un error".
"Desesperación" u "obligación"
El PSOE cree que la petición del PP para que Díaz comparezca en el Senado es un "reflejo de su desesperación", en palabras de Mario Jiménez. El PP, según su portavoz parlamentaria, Carmen Crespo, cree que la presidenta "no tiene que preocuparse ni que temer" por ir al Senado a declarar.
Para la parlamentaria de IU Elena Cortés, "es la obligación de cualquier demócrata" comparecer para dar explicaciones. Y el líder de Cs en Andalucía, Juan Marín, opina que "no hay que rasgarse las vestiduras".
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