?Ir a este gimnasio es peor que meterse en la sauna?

Para qué ir en exclusiva a una sauna si puedes hacer musculación al mismo tiempo. Eso es lo que le ocurre a los usuarios del gimnasio de Pabellón Centro Histórico, recinto que acumula problema tras problema desde que abriera sus puertas hace poco más de un año.

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  • La temperatura es muy elevada en la sala para practicar deporte. -
  • Las quejas por falta de ventilación y de agua corriente en la sala de musculación del Pabellón Casco Histórico siguen acumulándose
  • Calor: a las 11.30 horas de ayer el gimnasio registraba unos increíbles 34 grados
Para qué ir en exclusiva a una sauna si puedes hacer musculación al mismo tiempo. Eso es lo que le ocurre a los usuarios del gimnasio de Pabellón Centro Histórico, recinto que acumula problema tras problema desde que abriera sus puertas hace poco más de un año.
Varios de los usuarios manifestaron ayer su enfado con las instalaciones: “Todo viene de un problema de base estructural. El gimnasio está en la zona más alta del recinto, expuesto todo el día al sol. Como los techos son de chapa, se recalientan rápidamente y el calor aquí es sofocante, algo que se podría aliviar si hubiese ventilación o aire acondicionado, pero sólo podemos airearnos abriendo la puerta de emergencia, algo más que insuficiente, esto es como una sauna”, comentaba uno de los usuarios que añadió que “pagamos religiosamente la mensualidad y qué menos que tener unas instalaciones mínimas para poder practicar deporte”.
VIVA CÁDIZ fue testigo de ese calor sofocante y pudo comprobar como alrededor de las 11.30 horas, cuando el sol aún no está en sus horas de más intensidad, la temperatura de la sala alcanzaba los 34 grados.

Sin agua corriente
Otro de los usuarios comentaba que “si al menos hubiera agua” sería más llevadero ya que el gimnasio está en la segunda planta y hasta allí no llegan las tuberías. Por tanto, “si quieres agua te ves obligado a parar el entrenamiento y bajar al sótano y beber en el lavabo de los servicios o comparte una botella en la máquina, lo que termina saliendo más caro que la mensualidad del gimnasio, no es normal”, matizo.
Las quejas y hojas de reclamaciones de los usuarios del recinto se acumulan y, más de un año después de su apertura, aún no se han resuelto.

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