El representante de la Federación Arco Iris, Gonzalo de las Heras, ha asegurado hoy que la situación denunciada como una agresión homófoba en una caseta de la Feria de Abril se puede entender "como un momento de tensión, pero no como un acto de homofobia".
En declaraciones a Efe, De las Heras ha asegurado que no enmarca los hechos acontecidos "en un delito de odio o identidad, y creemos firmemente y después de venir a la caseta en cuestión, que la realidad es muy lejana a lo que están los medios trasladando".
"Aquí hemos constatado, antes de condenar a una caseta, que el publico y socios homosexuales y demás colectivos viven en una total normalidad la fiesta más importante de Sevilla", ha dicho.
Ha insistido en que los hechos "se pueden enmarcar en una situación de tensión mal resuelta por el compañero de seguridad en un ámbito y contexto ajeno a la realidad que se vive y respira dentro de la caseta".
Ha destacado que se han puesto a disposición de Arco Iris todos los responsables de la caseta para aclarar los hechos y se han colocado los carteles de "Espacio seguro, aquí nos gusta la diversidad".
También se han ofrecido a cambiar a los vigilantes de seguridad y a pedir disculpas a la persona agredida "por el personal ajeno a la caseta".
La denuncia refleja que los hechos sucedieron pasadas las tres de la madrugada del miércoles cuando el denunciante, acompañado de unas amigas, acudió a la caseta situada en el número 189 de la calle Pascual Márquez del recinto ferial a la que, según ha explicado a Efe, ha ido otros años "con amigos gais y no he tenido ningún problema".
Sus amigas entraron a la caseta mientras él se quedó fuera hablando por teléfono y al terminar pidió al vigilante si podía pasar porque estaban sus amigas dentro aunque no tenía invitación, ante lo cual, según ha relatado y consta en la denuncia a la que ha tenido acceso Efe, el vigilante le dijo: "Aquí no entra un puto maricón".
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