Ésta es una de las conclusiones de un estudio sobre el fenómeno migratorio marroquí en Andalucía elaborado por el Centro de Estudios Andaluces a través de 1.514 cuestionarios realizados en 42 municipios andaluces, que ayer presentaron su director, Demetrio Pérez, y el investigador Mokhtar Mohatar Marzok.
Según el informe, es un error vincular la inmigración ilegal con la población sin recursos, ya que ésta es mucho más cara que la legal, que suele costar alrededor de los 300 euros.
El 60 por ciento de los inmigrantes marroquíes que residen en Andalucía fue ayudado económicamente por familiares directos que muchas veces ponen a su disposición sus ahorros, lo que demuestra que el fenómeno migratorio no es una decisión improvisada, sino una acción meditada y planificada.
El perfil de los inmigrantes marroquíes que eligen Andalucía como destino, según el estudio, es el de una población eminentemente masculina, de entre 30 y 50 años, que procede principalmente del Norte de Marruecos, aunque se está notando un mayor flujo de personas provenientes del centro del país vecino.
Uno de los motivos de este cambio de tendencia se debe, según ha explicado el encargado del estudio, a que las políticas de cooperación al desarrollo que acometen los gobiernos central y regional se centran en el Norte del país y descuidan al resto.
El 68 por ciento de los marroquíes que trabajan en Andalucía lo hacen en puestos que no requieren cualificación, como la agricultura (34,6 por ciento) o la construcción (22,4), a pesar de que una gran parte de ellos cuenta con estudios universitarios.
Sin embargo, cerca del 70 por ciento no estaba ocupado en su lugar de residencia en Marruecos.
La población marroquí residente en la comunidad se ha incrementado en un 40 por ciento desde los años 90 debido, en gran parte, al proceso de reagrupación familiar.
No obstante, estas reunificaciones de familias se están "suspendiendo temporalmente" por la situación de crisis económica, por lo que la inmigración está volviendo a ser un proyecto individual y no familiar como lo era hasta ahora.
De hecho, para el 64 por ciento de la población estudiada existía un historial de emigración de hermanos.
Los marroquíes son la segunda comunidad de inmigrantes con mayor presencia en Andalucía, después de Reino Unido, con 99.457, y de Rumanía, con 79.118.
Según los datos, uno de cada seis inmigrantes residentes en la comunidad es marroquí.
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