José Losada, de sobrenombre artístico Carrete -Carretillo de niño-, malagueño de pura cepa, hijo de la inolvidable Carmen ‘La Carreta’ y ‘El Manchego’, lleva más de sesenta años en las tablas. Carrete nació entre zapateados. A los seis años ya se abría camino en los escenarios. Por toda una vida en la profesión, se ha ganado a pulso un elevado puesto en las páginas históricas de ese baile tan original que se expresa con la gracia y la solera plenas de Andalucía. Carrete es internacional. Mundial. ¿Cuántos centenares de miles de personas han tenido el privilegio de admirar su arte?
Con las más encumbradas figuras ha bailado Carrete: Antonio el Bailarín, Antonio Gades, La Chunga, los Vargas, Farruco… Delante de reyes y condes se apostó. El propio don Juan Carlos le dio la mano y le expresó su más profunda admiración por la genialidad de su baile. El Pimpi y el Refugio fueron, entre otros muchos, sus escenarios de batalla en aquellos difíciles, aunque fructíferos años.
En 1955 fue contratado por la sala de fiestas El Remo y en 1965 decidió echar raíces en Torremolinos, donde reside y es uno de los más populares y queridos personajes. En Torremolinos, por mencionar las más importantes salas del momento, le abrieron sus puertas El Mañana, donde hoy se levanta el Centro Entreplazas, La Cueva de La Alhambra y El Jaleo, donde tuvo por compañeros a Mariquilla y Chiquito de la Calzada. En El Jaleo le aplaudieron artistas como Anthony Quinn, Sean Connery y Brigitte Bardot. Carrete ha recorrido los escenarios más selectos de Andalucía y buena parte de España. Hasta en la lejana Finlandia tuvieron oportunidad de aplaudirle, además de en Marruecos. Elegante donde los haya, Carrete es acérrimo defensor de la típica capa española.
Como colofón, insertamos el soneto que el poeta Jesús Antonio San Martín le dedica a Carrete en su libro de poemas a Málaga y provincia: ‘De purísima cepa malagueño, / toda la gracia del flamenco lleva / cuando su baile hasta el nirvana eleva / con su trepidación y aire risueño. / Entre guitarras acunó su sueño / y entre palmas con brío lo renueva; / no hay quien con tanta animación se mueva / ni quien ponga en el arte tanto empeño. / La magia de sus pies se hace pasión / y al folklore andaluz le da solera. / El suyo es mundo de fascinación. / Allá donde su arte con él fuera, / despertará Carrete la emoción. / El baile ha de ser siempre su bandera’.
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