El director de la UPM, Ángel Cagigas, aseguraba que una de las actividades "estrella" es el taller de cocina. Ayer, los niños elaboraron una cesta de naranja rellena de macedonia. Su monitora, Pilar Camacho, aseguraba que “aprenden muy rápido y se les inculcan hábitos de consumo de productos saludables". Por ello, los pequeños realizaron ayer una comida basada en frutas, y además, siempre les enseñan cómo elaborar platos que también lleven verduras. "Los niños aprenden en el taller, pero luego cocinan en sus casas y saben llevar una dieta más saludable", terminaba la monitora.
Desde las 8:00 y hasta las 14:30 horas, los niños con padres trabajadores del Ayuntamiento y otros que han ocupado las plazas ofertadas para la ciudadanía, disfrutan de actividades relacionadas con el cine, el teatro, las artes plásticas, el baile o la relajación, además de salidas culturales y a la piscina.
La dirección de la UPM plantea tres objetivos con la puesta en marcha de la ludoteca. El primero, garantizaba Cagigas, es "la conciliación de la vida laboral y familiar", además de proporcionar trabajo a 18 monitores que terminaron las clases en mayo y que estarán atendiendo a los niños hasta el próximo 9 de septiembre.
Si el año pasado cerraron en agosto, este año mantendrán abierta la ludoteca durante el próximo mes. "Es un período en el que damos a conocer los recursos de la Universidad para que cuando comience el curso lectivo sepan qué oferta la institución", comentaba Ángel Cagigas.
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