La dirección de Podemos en Andalucía lanzó este jueves un gigantesco órdago a IU que en teoría debería contribuir a consolidar un gran bloque de izquierdas alternativo a PP y PSOE en la comunidad pero que en la práctica puede tener tal efecto boomerang que acabe por hacer naufragar ese proceso. La formación que coordina Teresa Rodríguez anunció que ha terminado de moldear un documento base que contribuirá a romper el impasse entre ambos grupos y que se debatirá ahora en sus círculos municipales, se elevará posteriormente a las direcciones provinciales y se prevé aprobar en el Consejo Ciudadano Andaluz del 1 de julio. El texto sienta las bases de lo que debe ser la vuelta de tuerca que Podemos pretende dar a la confluencia y a las listas conjuntas ensayadas en las últimas elecciones generales.
El primer eje habla de construir “un dique contra el PP”, como lo definió ayer el secretario político de la formación, Jesús Rodríguez. En el segundo es donde surge el choque de trenes. La propuesta de los de Pablo Iglesias es erradicar toda posibilidad de pactos de gobierno con el PSOE en Andalucía. Quedará prohibido cerrar acuerdos con los socialistas que impliquen ejercer el poder de forma conjunta con reparto de sillones allí donde fuera posible.
Sí se admiten, por contra, fórmulas en las que para descabalgar del poder al PP fueran necesarios apoyos puntuales o incluso abstenciones, en casos similares a los que entregaron el Ayuntamiento de Cádiz a Podemos o el de Sevilla al PSOE. Es la única salvedad a nivel municipal, pero nunca compartir un gobierno porque según enfatizó ayer Rodríguez el objetivo de su formación es “ganar y superar” a los socialistas, un partido que considera ya “amortizado y no recuperable para forzar un cambio en este país”.
Lo que solivianta a IU
Hasta ahí todo cuadraba a IU, porque esa estrategia es la que la izquierda asume y ejerce en su estrategia en el Parlamento. El problema es que Podemos sacó ayer de la chistera una condición adicional: la coalición que dirige Antonio Maíllo debería comenzar a romper ya con el PSOE en aquellos ayuntamientos donde ambos comparten gobierno, que no son pocos. IU dirige en torno a 80 alcaldías y en 29 casos repartiéndose sillones con los socialistas. Desde Córdoba a Marbella, Níjar o El Puerto de Santa María. Ahí, según Rodríguez, será complicado que Podemos acepte ir a las próximas municipales con IU si ésta mancha su expediente gobernando aún con el PSOE. Traducido, Podemos invita, o incluso exige, a IU que suelte amarras y ya.
La sugerencia desató una tormenta interna en IU. La confluencia con Podemos, de la que es partidario Maíllo, tiene una fuerte contestación interna de quienes temen ser fagocitados por Podemos, el pez grande. Su propio líder replicó que avala el entendimiento, pero afeó “las formas e imponer esas líneas rojas”.
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