Lo de Ciudadanos y el Partido Popular en el ámbito nacional tiene mosqueado a todo el mundo político, menos a los interesados. Pareciera que Ciudadanos no se quiere enterar de que el partido con el que firmó el Pacto Anticorrupción no piensa cumplir ni con las comas del acuerdo hecho ante las cámaras de todo el país y con el consabido apretón sonriente de manos entre los líderes –uno con mucha experiencia y cuarenta años de vida política y otro bisoño en las lides nacionales-.
Los acuerdos no eran sencillos. Significaban la eliminación de los aforamientos de la práctica totalidad de los cargos políticos para lo que Ciudadanos exigía una reforma urgente de la Constitución. El PP teme abrir ese melón y hay grupos –como Podemos- que se niegan a debatir sólo ese punto de la reforma constitucional. Lo mejor, una vez más, como enemigo de lo bueno. El punto más candente -dada la situación del presidente de Murcia- es la separación de los corruptos políticos antes de la resolución judicial de los casos. Difícil. El tercero afecta de pleno a Mariano Rajoy Brey, que, tras el exitoso congreso popular, ni sueña de noche con su posible cumplimiento. Se trata de la limitación de mandatos. No hay miembro del PP que apoye que Rajoy esté ocho años, mientras Mariano siga ganando elecciones, aunque sea por poco. El cuarto se refiere a la eliminación de indultos a los condenados por corrupción. Éste parece que se está cumpliendo. Finalmente, la constitución de la comisión parlamentaria sobre la corrupción de PP –investigación cerrada y reabierta en los juzgados- encuentra una excusa para el PP con la multiplicación de las comisiones de investigación en el Congreso y la imposibilidad que se han dado los grupos de que haya varias vivas al mismo tiempo.
Martínez Maillo hará carrera en el PP porque no se cortó cuando fue preguntado por el cumplimiento del acuerdo: "En aquel momento estaba en juego la gobernabilidad de España y es lógico que dijéramos sí a las condiciones, porque eran irrenunciables". ¡Imposible encontrar mejor futuro presidente! Con este ejercicio de ética a la carta o un principio para cada ocasión tiene la carrera asegurada en el partido. ¿Quién da más? Entre Ciudadanos y el PP no hay amor verdadero, es una relación aparente. No creen en ella pero mantienen la fachada.
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